La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

El partido del boicot

Cuando tanto se habla de erradicar la violencia en el fútbol -deporte tan familiarizado, por cierto, con la terminología bélica-, un partido de selecciones en Gijón es noticia no tanto por lo que se dirime sobre el pasto de El Molinón, sino por lo que rodea a este España-Israel de guante blanco, que se ha politizado, si no en extremo, sí en Medio Oriente.

Los medios nacionales, incluidos los deportivos, bombardean estos días con la idea de que Gijón es una ciudad sitiada por las fuerzas de seguridad. Cierto es que los hoteles donde se hospedarán los equipos, sobre todo el que acoge a la selección judía, asemejan búnkeres, y que el entorno del estadio estará muy acotado, para evitar incidentes. Habrá quien pueda creer que la calle Ezcurdia es la franja de Gaza, pero nada más lejos de la realidad. La vida en la ciudad sigue a su ritmo cansino, ajena a un conflicto que han inflado como un globo los que tuvieron la peregrina idea de aprobar en Pleno, en enero del pasado año, un boicot a Israel del que hubo que desdecirse hace unos días, tras un acuerdo a la trágala entre Foro y el PSOE. O sea, que el mismo equipo de gobierno que fue cómplice, con su abstención, de la moción del veto tuvo que enmendar la plana municipal por presiones, cuando se supo que la selección de Israel iba a disputar con España en El Molinón, con enorme malestar por la decisión plenaria gijonesa de colarse de rondón en un asunto internacional que ni le va ni le viene.

El caso es que el partido se juega mañana, y ojalá que quede en una sana disputa deportiva. Sin tarjetas amarillas y mucho menos, rojas.

Compartir el artículo

stats