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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Merecen un monumento

Resultan conmovedoras las lágrimas de las integrantes del equipo femenino de hockey sobre patines de Gijón, que se quedaron a las puertas de pasear por las calles de esta ciudad su quinta Copa de Europa. Duele más cuando el trofeo se tiene a la vista, se palpa con las manos, porque la final se disputa en casa, ante un público incondicional e incandescente; duele más incluso porque el único gol en contra lo anotó otra gijonesa, Natasha Lee, afincada deportivamente desde hace años en Cataluña y para muchos una de las mejores jugadoras del mundo, espejo en el que las más jóvenes promesas del hockey local se siguen mirando. Fue la suya una puñalada de guante de seda, por asestarla un stick que es cuña de la misma madera, pero dolorosa al fin.

Las chicas del Hostelcur hace tiempo que cuentan con una calle en Gijón, pero lo cierto es que merecen un monumento: no sólo han conformado año tras año un equipo campeón contra viento y marea, con enormes penalidades económicas, de la mano de un carácter competitivo indómito y rebelde, sino que además lo han hecho sin darse importancia, como el que no quiere la cosa, con más timidez que aspavientos cuando se descalzan los patines.

Y aunque juegue para el enemigo, en el intratable Voltregà, también Lee merece el máximo reconocimiento de sus paisanos. En esta ciudad creció como deportista y aquí se forjó, en el club más laureado del deporte gijonés, su espíritu indomable. ¿Acaso existe un deportista de Gijón que haya conquistado como Tasha seis veces el título continental?

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