La noticia periodística de la muerte de una mujer en Nicaragua, quemada en la hoguera, previo suplicio, por "endemoniada", es un relato sorprendente que nos hace pensar en la obra dramática de las "Brujas de Salem".
Un pastor de la Iglesia evangélica, Juan Roche, que dirigía una comunidad desde hacía dos años, fue el que ordenó la muerte de Vilma Trujillo.
Se trata de una región muy aislada de Nicaragua, donde se había formado una congregación, Asamblea de Dios, organización pentecostal con más de 30.000 fieles.
La tarde del 15 de febrero de 2017 Juan Gregorio Roche Romero visitó a Vilma Trujillo, que sufría alucinaciones; hablaba sola y no hacía caso cuando se dirigían a ella, por lo que resolvió organizar oraciones de sanación en su nombre.
Fue trasladada a la casa pastoral, donde permaneció, atada de pies y manos, hasta el 21 de febrero. El pastor decretó ayunos para la congregación y jornadas de oración, mientras fraguaba el final de Vilma.
Con ayuda de los hermanos de Vilma, el pastor solicitó el apoyo para convencer al resto de los vecinos de que Vilma estaba poseída por el demonio.
Tras seis días de ayuno y oración para que Dios les revelara cómo sanar a la joven, una vecina anunció que había recibido una revelación divina: Dios dijo que había que encender una hoguera y lanzar a Vilma al fuego para liberarla de su posesión satánica.
Amarraron a la joven al tronco de un árbol en el que habían preparado la hoguera.
Vilma, con la hoguera encendida, gritaba de dolor. Alaridos que llegaron a la iglesia donde la congregación oraba.
El fuego quemó las sogas que ataban a Vilma y ésta intentó escapar de las llamas como una tea ardiente.
El pastor estaba alegre y decía ¡se va a morir y va a resucitar! En cuanto ella se muera la metemos en la iglesia y la vamos a entregar a Dios y va a estar sana; ya no va a tener esas quemaduras.
Excusa decir que la "endemoniada" murió pocos días más tarde en un hospital lejano.
El episodio recuerda el hecho ocurrido en 1692, descrito por, de Arthur Miller como las "Brujas de Salem". La mezcla es similar: una comunidad aislada, el fanatismo religioso, intereses personales y todo ello "revuelto" acaba con el purificador fuego sobre los cuerpos señalados como "endemoniados", por decreto primero del pastor y posteriormente por el tribunal eclesiástico que había acudido al lugar para evitar que se cometieran errores.
Parece ser que en Salem existió otro elemento desestabilizador: las muchachas bailando desnudas en el bosque, origen del conflicto, habían sido envenenadas por la ingestión de cornezuelo de centeno, es decir, un hongo que afectaba al centeno, gramínea que, por su resistencia mayor que el trigo, se plantaba en áreas de Europa y América en condiciones climatológicas poco favorables para el trigo.
El "Claricens purpúrea", provocaba graves epidemias entre los consumidores de la harina de centeno que contenía este hongo.
Hubo epidemias en Europa, por esta causa, durante los siglos XVI, XVII y XVIII.
Este tipo de centeno produce, entre otras muchas cosas, una embriaguez similar a la del vino y esto pudo ser la causa de los bailes, desnudas, en el bosque, en un entorno de una sociedad muy rígida, pero en la que siempre hace falta un detonante.
Las personas afectadas por este consumo padecen lo que se denominaba, en aquella época, Mal de los ardientes o Fuego de San Antón: se desesperan, enloquecen y se arrojan al agua para librarse de la sensación de estar quemándose. Además de los graves efectos mentales y circulatorios que producían, también eran utilizados por las mujeres para provocar abortos.
Los estudios posteriores realizados con las diversas sustancias del cornezuelo de centeno concluyeron en 1953 con la obtención del conocido acido lisérgico.
Cuando pensamos que los episodios de brujería han quedado atrás, nos encontramos con que actualmente Vilma estaba endemoniada, pero problemas parecidos, determinados por la ignorancia y el fanatismo -creer que uno está en posesión de la verdad contra viento y marea- tienen una larga historia, que se refiere a la mala interpretación de las religiones, también con las decisiones políticas, con la base de la intolerancia mezclada con oscuros intereses.
