Justo es reconocer que los organizadores de la "Semana negra" han de atarse los machos a partir de la próxima edición, la que hace la número treinta en números redondos y a la vista de que previsiblemente recibirá una más sustanciosa inyección municipal para ayudar a enjugar sus deudas. Que el llanto desconsolado y plañidero de los principales actores del "thriller" estival ante el sanedrín de los grupos de la oposición de izquierda, sus principales valedores, ha servido para aflojar la soga al cuello del apretón de maroma decretado por Hacienda. Pero no menos importante es reclamar del equipo municipal de gobierno mayor diligencia a la hora de hacer efectivas las subvenciones que otorga cada año a entidades relevantes de la ciudad, entre las que la oscurecida "Semana negra" se encuentra. Pero no es la única ni la más importante...
Son variadas las asociaciones altruistas de Gijón cuya labor solidaria -cuando no caritativa- es esencial, y que a estas alturas del año, día de inicio del mes de abril, cumplido el primer trimestre del ejercicio contable, aún no han recibido la subvención municipal pactada. Que no llegue ese dinero en tiempo y forma pone en peligro nóminas y programas que resuelven cada día las necesidades más perentorias de numerosas familias y personas individuales.
El Albergue Covadonga y la Cocina Económica, entidades poco dudosas de gastar en salvas la pólvora municipal, se encuentran a día de hoy con el agua al cuello, a la espera de la ayuda del Ayuntamiento. Y cada día de retraso es una buena acción que se pierde.
