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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Los yenes de Pelayo

No alberga para el lector el mismo morbo que las posesiones que atesoran los políticos, siempre sometidos al escrutinio de la lupa ciudadana, pero que los altos funcionarios del Ayuntamiento de Gijón hagan pública su declaración de bienes es un ejercicio de transparencia que honra a un colectivo por lo general huidizo, en razón a su cometido.

Por esa exposición al desnudo de los bienes muebles e inmuebles de lo más granado del rango de la función pública municipal sabemos que el secretario del Ayuntamiento, Miguel Ángel de Diego, de reconocidas aficiones musicales, tal que un Wild Bill Davis de las teclas, es propietario de un órgano Hammond, instrumento de notable recorrido y sonido selecto que saliendo de la iglesia se instaló en el jazz y en el rock.

Y que Pelayo Barcia, director general de Empleo, dispone en cuenta cantidades simbólicas de yenes, libras esterlinas y dólares, además de títulos de Goldman Sachs, ese banco que estuvo vinculado al escándalo de las hipotecas "subprime" en 2010, durante la crisis financiera en Estados Unidos. Barcia, uno de los personajes más singulares del entramado municipal, hombre de confianza de Fernando Couto, es de todos los altos cargos que aparecen en la lista de transparencia el que protagoniza el "striptease" más aplaudido: por contar, enumera hasta la posesión de dos "pecés", dos ordenadores portátiles, una tablet, seis discos duros, dos Play Station, tres televisores y dos "smartphones"... Y un seguro de vida y otro de deceso con Santa Lucía, que la labor municipal es, a lo que se ve, ejercicio de riesgo.

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