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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Gansadas

Un desfile de patos por la plaza Mayor en plena jornada del Primero de Mayo reivindicativo

Existen diversas maneras de festejar el Primero de Mayo. Mamá pata y su prole de cinco patitos decidieron celebrar el día mundial de los trabajadores con un paseo reivindicativo por la plaza Mayor de Gijón. Sólo les faltó una pancarta: "No a los recortes: siempre pagamos los mismos el pato". "Contra las políticas de contención, no ahueques el ala". "Defiende tu empleo, que no te pongan de patitas en la calle". Éstos podían ser los lemas de la reclamación patuna en fecha tan señalada del calendario, en la que la mayoría, en lugar de movilizarnos, preferimos irnos de picos pardos.

Decenas de turistas contemplaron con sorpresa en la mañana de ayer la manifestación familiar de patos en el ágora gijonesa. A muchos, la imagen les pilló a pata cambiada, es decir, que no se esperaban semejante desfile. Se desconoce si la recua milita en UGT o en la Corriente Sindical de Izquierdas. O si su queja era más realista que prosaica, y lo que realmente pretendían era llamar la atención contra los excesos gastronómicos de las nutrias del parque de Isabel la Católica, tan aficionadas al foie. Como no habían pedido permiso para manifestarse, intervino la Policía Local. Tal vez el inesperado paseo de la familia palmípeda frente a la Casa Consistorial no fuera más que una alegoría de lo que pasa de puertas adentro del Ayuntamiento, con un equipo de gobierno fuera de sitio, que se desenvuelve en los asuntos municipales como pato mareado en lugar de como pez en el agua. Imagínense quién, en esta fábula, desempeña el papel de mamá pato y quiénes sus patitos. Así tienen la ciudad: patas arribas. Son la oca.

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