¿Existe medicina efectiva contra los virus que inocula un ciberataque? Una agresión informática de este tipo afectó ayer a los ordenadores de varias grandes empresas españolas, entre ellas Telefónica. Lo que en un principio parecía una amenaza local acabó convirtiéndose en un ciberataque internacional que afectó al sistema de salud del Reino Unido y a firmas y estamentos oficiales de otros países poderosos, como Estados Unidos, Canadá y Rusia.
La III Guerra Mundial ha comenzado, y no por culpa del empecinamiento de Donald Trump o Kim Jong Un en demostrar al mundo quién la tiene más larga (la cabeza del misil). Esta contienda no se dirime en un escenario de armas convencionales o bacteriológicas: el tablero es la pantalla de un ordenador y un programa donde se diseñan y fabrican virus informáticos cada vez más sofisticados.
Se desconoce tanto al enemigo, que no dispone de ejército regular, como sus motivaciones, aunque no hay que descartar el móvil económico: la ciberseguridad movilizará en todo el mundo 150.000 millones de euros en 2020. De tal manera que los "hackers" de hoy son los condotieros de mañana de las grandes empresas, que pagan millonadas por atraer a su bando la sapiencia pirata. Tan es así que entre la tribu internauta existe un dicho que reza: "No intentes que tu hijo sea el nuevo Messi, convéncele para que diseñe un antivirus".
Ustedes y yo sólo somos convidados de piedra de un conflicto que nos sobrepasa. Hasta el día en que algún loco paralice todas las centrales eléctricas de un país, monte un cisco con las cuentas de los grandes bancos o cambie, a su antojo, las claves secretas de las ojivas nucleares.
