Archipiélago submarino al suroeste de Canarias, que alberga importantes reservas de elementos estratégicos.
Telu ¿qué? Vamos al diccionario de la RAE a ver lo que dice: "Telurio: Elemento químico de núm. atóm. 52, de color grisáceo o pardo, con propiedades similares a las del azufre, escaso en la corteza terrestre, donde se encuentra nativo o formando sales, usado como aditivo en metalurgia y como colorante en las industrias cerámica y del vidrio (símbolo Te)".
Las aplicaciones tecnológicas de este elemento son variadas: células fotovoltaicas para paneles solares, generadores termoeléctricos, agente colorante para vajillas, porcelanas y vidrio, fabricación de transistores, tratamientos radioterápicos del cáncer, etc. Como curiosidad, comentar que la famosa empresa sueca Boliden -responsable del desaguisado de Aznalcóllar (Sevilla), al verter residuos tóxicos en el Parque de Doñana- es uno de los operadores de telurio a nivel mundial.
A pesar de las técnicas de exploración hoy día disponibles, los fondos submarinos son aún enormemente desconocidos pese a las riquezas geológicas que poseen. Ya hace unos años ("Campaña Drago 0511", en la que colaboraron varios ministerios españoles durante el año 2011) se hizo pública la noticia de que en Canarias, concretamente en una montaña sumergida del Océano Atlántico, se encontraba el mayor yacimiento del globo de telurio, el material del futuro. En 2016 se publicó en una revista chilena flamantes datos sobre estos fondos marinos insulares, y hace sólo unos días sale a la luz de nuevo el asunto al ampliarse la información sobre el descubrimiento del tesoro mineral.
Una colaboración científica entre el prestigioso "Nacional Oceanography Centre Southampton" (NOCS), del Reino Unido, y el "Instituto Geológico y Minero de España" (IGME) confirmó la existencia de 2.600 toneladas de telurio en el monte submarino denominado Tropic, situado a unas 250 millas submarinas (unos 460 kilómetros) al suroeste de la isla de El Hierro; se trata de un volcán sumergido con una altitud de 3.200 metros y una edad de 119 millones de años. El yacimiento polimetálico está constituido básicamente por nódulos de manganeso ricos en cobre y níquel, y costras de ferromanganeso enriquecidas en elementos estratégicos: telurio, cobalto, níquel, vanadio y tierras raras con itrio.
El interés minero de las elevaciones submarinas de este ámbito (Tropic, Echo, Paps y Drago) es más que notable. Son conocidas como "las abuelas de Canarias", pues su origen se relaciona con procesos de actividad volcánica tipo "hot spot" (punto caliente), similares a los que se admite generaron los edificios volcánicos de las Islas Canarias, pero con una antigüedad de varios millones de años más. A pesar de la petición en 2015 de nuestro país a la ONU para ampliar la plataforma del archipiélago, persiste la incógnita de la soberanía española sobre estas montañas volcánicas sumergidas y, por tanto acerca del derecho de explotación del subsuelo.
El hallazgo es tal envergadura que está en el ojo de mira de varios países: Francia, Alemania, Rusia, China, Corea del Sur e India, los cuales disponen de permisos para investigar recursos minerales en el Atlántico. Incluso se diseñan bases, en este caso en Las Azores, con el propósito de extraer el patrimonio minero existente bajo el océano.
