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El desafío del fraile: Lutero vs. Carlos V

La rebeldía luterana en el siglo XVI, hace ahora quinientos años, y su impacto en el proyecto europeo del Emperador

El último día de octubre de 1517 el fraile agustino Martín Lutero clavó sus "95 tesis" en la puerta de la iglesia del palacio de Wittenberg. Un acto de denuncia contra la voracidad recaudatoria de la Iglesia de Roma, sus excesos y sus corruptelas. La escandalosa venta de indulgencias colmó la paciencia de aquel religioso preocupado por la salvación, la penitencia y el pecado. En un gesto simbólico expuso sus tesis el día previo al de difuntos, cuando más se vendían. Aquel Vaticano ostentoso que él había conocido ("Roma veduta, fede perduta") le resultaba deplorable.

Las denuncias de Lutero lograron eco en un territorio, el alemán, con un nacionalismo incipiente, un descontento popular creciente ante una vida mísera y el rechazo de los príncipes y gobernantes a las exigencias económicas del papado.

En el mismo año de 1517 que Lutero exponía su reforma, el adolescente Carlos de Gante, dueño del rico patrimonio borgoñón europeo, archiducado de Austria incluido, entraba en la península por Asturias, como cotitular de Castilla y el Nuevo Mundo y heredero de Aragón, Navarra, Nápoles, Sicilia y Cerdeña. Quiso hacerse elegir Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, una dignidad superior en Europa, un hilo histórico que entroncaba con legado del Imperio Romano reformulado por Carlomagno, fundador del título siete siglos antes. A pesar de las revueltas españolas, Carlos logró recursos y apoyos y fue elegido Emperador, consagrado en la capilla palatina del Aquisgrán carolingio en octubre 1520. Era ya Carlos V "un hombre para Europa", "defensor de la Iglesia, buen juez y amparo de pobres y oprimidos".

Lutero, cuyas propuestas ganaban adeptos, se presentaba como un gran problema. El papa León X reclamó del nuevo Emperador que hiciera efectiva su defensa de la Iglesia castigando al díscolo fraile entregándolo a Roma. Pero Carlos V optó por convocar la dieta de Worms y escuchar las pretensiones reformistas del mismo Martín Lutero. Era la primavera de 1521. Dotado de salvoconducto imperial que garantizó su integridad, Lutero se reafirmó en sus tesis y consumó la ruptura. Cierto que en la Iglesia oficial hacía tiempo se reclamaba poner freno a los abusos. Cisneros en España y, sobre todo, un Erasmo de Rotterdam son la prueba. Pero Cisneros moría aquel mismo año sin conocer al Emperador y Erasmo no estuvo en Worms. El cisma se consumó y el sueño imperial europeo se quebró.

El pasado día 5 de mayo José Luis González Novalín, exrector de la Iglesia Nacional Española en Roma, disertó sobre la vida de Lutero y las convicciones que le llevaron a rebelarse, así como del desencuentro secular que ello provocó en el seno de la cristiandad destacando finalmente el diálogo ecuménico que, precisamente, este aniversario estaba propiciando a modo de reencuentro siempre querido y pospuesto.

Ahora corresponde analizar qué conmoción política significó la rebeldía luterana en aquel siglo XVI para el Emperador y su proyecto europeo. Cómo se desarrolló la entrevista entre el jovencísimo Carlos V y el ya maduro Lutero en Worms en 1521 y cuáles fueron sus consecuencias.

Por las vidas paralelas de ambos personajes nos guiará uno de los más consagrados expertos en Historia Moderna: Ricardo García Cárcel. Se trata de un historiador comprometido con la investigación seria, rigurosa, desprovista de sentimentalismos (que no de sentimientos), ajena a modas, que no busca complacencias; incómodo para quienes ven en la historia un recurso de uso interesado. La historia servil o acomodada a intereses externos no va con él. Fue Premio Nacional de Historia en el año 2012. Es catedrático desde hace décadas de Historia Moderna de la Universidad de Barcelona donde se licenció y luego doctoró en 1973 con sendos premios extraordinarios. Ha publicado más de 30 libros, colaborado en más de un centenar de obras colectivas, escrito cientos de artículos y dirigido tesis doctorales. De su libro, Premio Nacional de Historia, "La herencia del pasado: las memorias históricas de España", que debiera leerse con detenimiento, abomina de los mitos inventados, del "pasado que siempre otorga la razón a quien lo gestiona desde el poder". Reivindica la honestidad para "mirar atrás... conscientes de que la alternativa auténtica no es recordar u olvidar, sino saber o no saber".

Hoy viernes, 19 de mayo a las 20 horas, tendrá lugar en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA la conferencia organizada en colaboración con Tribuna Ciudadana de título "Martín Lutero y Carlos V". Y contará con un historiador de prestigio: Ricardo García Cárcel.

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