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El PP asturiano, de celebración

El Grupo Popular da "el pésame" a los socialistas en la Junta General

El PP asturiano estuvo de celebración en la tarde noche del pasado domingo y no precisamente por la Liga del Real Madrid. En las filas populares se leyó el resultado de las primarias del PSOE, y en particular el de la FSA, en clave política regional, con una conclusión principal: el debilitamiento del liderazgo de Javier Fernández y la consiguiente erosión que acarrea para el socialismo asturiano.

La presidenta de los populares asturianos, Mercedes Fernández, aprovechó su pregunta a Javier Fernández en el pleno del pasado viernes para desearle suerte, en lo que era un dardo envenenado en toda regla. Pero por si había alguna duda, el diputado popular Matías Rodríguez Feito, confirmó ayer públicamente que su grupo había dado "el pésame" en la junta de portavoces a sus homólogos socialistas, que se habían alineado en bloque con la candidatura de la presidenta andaluza Susana Díaz.

En la dirección del PP asturiano están convencidos de que ha llegado su momento, Si primero acuñaron el calificativo de "mastodóntico" para su definición sobre sector público autonómico y después prosiguieron con el "infierno fiscal", con la eliminación del impuesto de Sucesiones como punta de lanza, el nuevo estribillo de los populares, que piensan repetir machaconamente como si de la canción del verano se tratara, es "el fin de ciclo a más de 30 años de hegemonía socialista en Asturias". En ese contexto, cuanto peor les vaya a los socialistas, con peleas y disputas internas, mejor le irá al primer partido de la oposición, piensan en el PP asturiano. Los populares atesoran currículum y doctorados en eso de poner la alfombra roja al eterno rival cuando tienen el gobierno de Asturias a tiro o en su poder. Sucedió con el mandato de Sergio Marqués, el único candidato popular que en 10 elecciones y 33 años consiguió imponerse de manera clara, aunque sin mayoría absoluta, al candidato de la FSA. Francisco Álvarez-Cascos ganó a los socialistas por un solo escaño de diferencia aunque perdió en votos en 2011; pero no lo hizo como candidato del PP, sino de Foro, el partido cuya fundación promovió tras ser descartado por Rajoy para encabezar la lista popular.

El PP confía tanto en la mejoría propia como en la erosión en votos que acarrean las trifulcas internas para ser la fuerza más votada. Gobernar ya es otro cantar, en el que influirán las alianzas con terceros dado el pluripartidismo que está y se espera en los próximos comicios.

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