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Climate Reality Leader *

Tres preguntas sobre el cambio climático

Todos tenemos una experiencia o una historia personal, que nos hace mostrar más interés por determinados temas.

Recuerdo en mi infancia los primeros días en la nieve y las primeras bajadas en el remonte de La Cerra, en la estación de esquí de Pajares. Pocos años después, no pude volver a esquiar en ese mismo lugar, por la falta de nieve que nunca volvió a cubrir esa falda de la montaña de manera regular.

Ahí empezó mi historia sin saberlo.

Volviendo al presente y siguiendo en nuestra región, vemos asomarse días primaverales que se adelantan a su estación, disminuir los meses de lluvia, aumentar el número de inundaciones y el de incendios. Nos sorprende la aparición de especies animales nada habituales en Asturias, como la avispa asiática y la paulatina desaparición de otras, como ciertos tipos de algas, estas últimas debido al aumento de la temperatura del agua en el mar.

A nivel global, los desastres naturales ocurren hoy en día con el doble de frecuencia que en los años ochenta.

Estos son algunos de los hechos que deben llamar nuestra atención sobre el mayor reto de nuestros días y quizás de nuestra historia: el cambio climático.

Comparto con ustedes tres preguntas con las que hacer una breve reflexión.

La primera es, ¿debemos cambiar?

Las emisiones de CO2 provocadas por el ser humano no tienen precedentes. La acumulación de la contaminación que se genera representa tanta energía calorífica como sería la lanzada por 400.000 bombas atómicas como la de Hiroshima, explotando cada 24 horas. Toda esa contaminación va directamente a la fina capa de la atmósfera que rodea nuestro planeta.

Este es un hecho disruptivo en el sistema hídrico, que hace aumentar la cantidad de vapor de agua de los océanos, provocando tormentas más fuertes, mayores inundaciones y sequías más severas, lo que supone un cambio abrupto en nuestro clima.

Desde que se tienen registros, dieciséis de los diecisiete años más calurosos han tenido lugar en este joven siglo. El año en que se registraron las mayores temperaturas fue el 2016 y no solo han sido las más elevadas, sino que cada vez lo son en mayor número de días.

Por lo tanto, la respuesta es sí, hay que cambiar. La comunidad científica avala en sus estudios datos significativamente alarmantes, como para apostar con firmeza por este nuevo camino.

La segunda, ¿se puede cambiar?

Estamos viviendo un continuo y rápido avance tecnológico en alternativas a las fuentes de energía tradicionales, así como una bajada de los precios de las energías renovables, de los sistemas de eficiencia energética, de las baterías, etc. que ofrecen a los países, a las regiones y a nuestra economía, una oportunidad sin precedentes de apostar por un futuro sostenible para nosotros y las generaciones venideras.

La clave en el éxito del cambio, depende de la transformación de nuestras economías y de la apuesta por un modelo energético sostenible. Un ejemplo representativo es la multinacional Tesla, que ha logrado transformar una actividad industrial tradicional en un motor económico que ayuda a crear un futuro mejor para todos.

Por lo tanto, somos optimistas, se puede cambiar y además ya hemos empezado.

Y la tercera pregunta, ¿cambiaremos?

La educación sobre cambio climático en todos los ámbitos de nuestra sociedad, es vital para conocer a fondo la gravedad del problema que, a veces por mero desconocimiento, no valoramos en su justa medida.

El cambio se ha venido gestando durante estas últimas décadas y la creciente sensibilidad de los ciudadanos y de los gobiernos en esta materia ha culminado con el Acuerdo de París, acuerdo de Naciones Unidas para la estabilización de la emisión de gases de efecto invernadero, que entró en vigor el 4 de noviembre de 2016 y cuya Convención de la ONU para el Cambio Climático y el propio Acuerdo, fueron galardonados con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional, el pasado mes de octubre.

El Acuerdo de París es un hecho simbólico, suficientemente representativo para admitir que el cambio climático constituye un gran reto para la humanidad.

La rapidez con la que se implementen las medidas necesarias para lograr los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero será crucial para el éxito de este cometido y la transformación de nuestras industrias juega un papel clave en este desafío.

Tenemos todas las herramientas tecnológicas necesarias para implementar el cambio y el consenso de la gran mayoría de la sociedad civil y de los gobiernos del todo el mundo.

* The Climate Reality Project es una organización fundada por el exvicepresidente de los EE UU Al Gore, premio "Príncipe de Asturias" de Cooperación Internacional 2007 y Premio Nobel de la Paz 2007.

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