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Sol y sombra

Déficit de liderazgo

Un mundo en manos - de oportunistas sin escrúpulos

Hay un déficit universal de liderazgo. Empezando por Trump y acabando por el último mono. Pero lo del Reino Unido es especialmente preocupante, parece como si los británicos hubieran puesto su destino en manos de una conjura de necios. Y estuvieran dispuestos a repetir la misma suerte una y otra vez.

Cameron pasará a la historia como unos de los primeros ministros más tontos, ninguneándose él mismo alcanzó el suicidio político. Theresa May, que está siendo capaz de dirigir a su pueblo a un atolladero con la gestión del Brexit, da la impresión de no saber muy bien qué hacer dependiendo de cada circunstancia y está decidida a seguir el mismo camino de Cameron. El laborista Corbyn, que no parecía mucho más listo que los anteriores, está aprovechando los fallos en cadena de la actual premier para mejorar sus opciones electorales, algo que debería sumir a los británicos en una profunda inquietud.

Churchill tenía como afición ningunear a Clement Attlee. Es famosa su frase en Buckingham sobre el coche vacío que se detuvo delante del palacio para que el ujier abriera la puerta y del interior saliera el primer ministro laborista. Eso que Attlee ejerció un liderazgo razonable sentando las bases del estado del bienestar. Si Churchill hubiera coincidido con Cameron, May y Corbyn, se los hubiera merendado de una vez. Este último, Corbyn, a unos días de las elecciones y a raíz de los últimos atentados en Londres, ha pedido la dimisión de la premier por los recortes en seguridad cuando primero la criticó precisamente por todo lo contrario. El mundo está en manos de demagogos sin escrúpulos.

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