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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

La cueva de la SGAE

El conflicto entre la Sociedad de Autores y los organizadores de las fiestas vecinales

A nadie extrañe que a los ojos asombrados de los dirigentes vecinales de Gijón la Sociedad General de Autores y Editores parezca la cueva de Alí Babá, no porque defienda la oquedad una caterva de ladrones sino porque con lo que pretende obtener del canon por las verbenas y las fiestas de prao podría llenarse de oropeles la sima de las Marianas.

Sorprende que una entidad que con tanto ahínco pleiteó contra el IVA cultural impuesto por el Gobierno, un porcentaje enormemente desmedido, mida a las modestas sociedades de festejos con idéntico rasero con que Montoro talla a los artistas: con ánimo de usura.

Al genio de la lámpara, al ladino Aladino que se le ocurrió pasear por el Juzgado a los presidentes de las asociaciones de vecinos que adeudan cantidades a la SGAE, debería encerrársele al recaudo de siete llaves durante unos cuantos siglos, por pretender recaudar el oro y el moro de unas entidades sin ánimo de lucro.

A quién se le ocurre llamar a sede judicial, por un quítame de ahí esas canciones de pachanga, a esos tipos generosos que dedican horas de su tiempo y en ocasiones hasta su soldada a organizar fiestas en los barrios. Estos señores desprendidos merecen mayor consideración que ser citados a un acto de conciliación por el hecho de organizar una verbena.

Ojalá se imponga la cordura, que no parece de recibo -de recibo al cobro- celebrar romerías sin orquesta y con el presidente de la sociedad de festejos silbando "Paquito el chocolatero" para que baile el respetable.

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