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Javier Cuervo

Un millón

Javier Cuervo

Más miedo que vergüenza

El discurso de Podemos sobre la corrupción del PP es irrefutable porque la corrupción del PP ha construido Podemos y su discurso.

Podemos hablaba del bipartidismo, pero ni la corrupción del PSOE es ahora el primer problema de los socialistas ni era el debate ayer.

En la lógica de la corrupción irresistible, Podemos ha planteado una moción de censura para derribar al Gobierno y ofrecerse como alternativa. La lógica fracasa porque Rajoy ha demostrado que la corrupción es resistible.

Las dos primeras horas de la portavoz Irene Montero ordenaron lo que sabemos y su recorta y pega demostró que la corrupción del PP no es de centro ni de sentido común. Señalar con el dedo es de mala educación en sociedad, pero en ciencia, geografía, periodismo y, ahora, política, no. Era refrescante oír nombres de hombres y empresas no sólo asociados a los goles del Real Madrid y títulos nobiliarios que no remitían a esa ejemplaridad que proclama la Casa que los concede.

El fracaso del discurso de Montero está en la frase llamada a triunfar: el estribillo "Qué vergüenza".

La vergüenza va en proporción directa con el miedo y por eso Podemos gana la censura y pierde la moción. El voto tiene más miedo que vergüenza, como se ha visto en las últimas votaciones realizadas en el chapoteo de la corrupción y la falta de asidero del desgobierno. Es el miedo a lo que no es un gobierno de ese PP que da vergüenza. El miedo a Podemos.

No hay más estabilidad que la que pide Mariano Rajoy y apoyan los grandes intereses para asegurarse unas políticas impopulares y unos Presupuestos Generales del Estado de los que seguir llevándose la mayor tajada, la guinda, la faba del roscón y el merengue del resto del pastel.

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