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Para cambiar

Mal olor en el Paraíso

Reflexiones en torno al "caso Hulla", a Fernández Villa y a otros desatinos regionales

La verdad es que el asunto "operación Hulla" que implica a Fernández Villa y otros por presuntamente trincar una pasta y enriquecerse con los fondos de todos es un asunto peculiar y que huele mal. Digo peculiar porque el principal encausado era un faro intocable del socialismo en Asturias y en el resto de España, pues todo el mundo recuerda su foto anual con Guerra, Zapatero, González, Areces y otros, rodeados de pelotillas puño en alto y pañuelo rojo al cuello cantando "La internacional". Sin duda se trataba, como dicen ahora, de un acto clásico y viral de exaltación y reivindicación de los trabajadores de la minería. Parece mentira que este personaje, que se expresaba rudimentariamente con un lenguaje limitado y torpe, haya tenido tanto liderazgo y poder hasta el punto de proponer y designar a los candidatos del PSOE a la Presidencia del Principado, ministrinos, presidentes y directores generales de Caja Asturias, ejecutivos en empresas públicas y sindicatos y otros puestos relevantes donde colocaban a los paniaguados y afines. Ahora este personaje huele mal para ellos, todos se desmarcan aludiendo que nunca han tenido nada que ver con la maquinación y el contubernio y niegan cualquier relación con el encausado en un silencio más que elocuente. Ustedes se preguntarán: ¿esos palmeros tan cercanos no sospechaban en estos años de su enriquecimiento ilícito a pesar de que las evidencias y señales del mangoneo de los fondos era tan claro? Yo les aseguro que no solamente lo sospechaban, sino que lo sabían, pero por aquello de la confortabilidad, el temor a las represalias y a perder los favores, se callaban y a tragar. Para cambiar de tema, creo que saben que Asturias, para atraer turistas y supongo que inversiones (?), se promociona como el Paraíso. La RAE lo define como un lugar placentero y la verdad es que lo es si no estuviera habitado por algunos robaperas, chabacanos, incívicos, groseros, alicortos y desconsiderados que, aunque son pocos, estropean la convivencia y bienestar de la mayoría de los que vivimos aquí. No creo que se pueda calificar como paraíso un lugar donde los vertidos fecales se siguen tirando al mar sin tratamiento con riesgo claro para la salud de los ciudadanos. Tampoco merece una etiqueta paradisiaca una región que contabiliza más de 150 vertederos ilegales, ni donde los índices de contaminación que soporta un importante número de habitantes de algunas zonas urbanas superan lo legalmente tolerable. Si embargo, parece un paraíso de impunidad para los incendiarios porque cuando sopla el viento Sur y hay algo de sequía se producen más de 100 incendios simultáneos provocados (verán como algún día acaban afectando a Muniellos y Redes). También produce bochorno e indignación ver que en este edén, decapitan y cuelgan a los lobos y matan furtivamente a osos y otros animales. Qué les voy a decir a ustedes que no hayan leído sobre los vertidos industriales a ríos y playas, cuyos infractores son castigados con una pequeña cuantía o se van de rositas. Por razones de espacio no continúo con la retahíla de desatinos, pero termino diciéndoles que, aunque no lo crean, en el paraíso asturiano también hay algunos antropófagos ya que se comen a los burrinos y además presumen de ello. En la próxima promoción turística deberían ajustarse más a la realidad.

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