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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Razones para tanto calor

Del calentamiento global de los socialistas al fervor de una carrera femenina contra el cáncer

Uno no acierta a discernir cuál fue la causa que propició que el pasado domingo Asturias registrara la jornada más cálida del mes de junio en lo que va de siglo. Los termómetros superaron la barrera de los 36 grados en varios cardinales de la región, propiciado tal vez por el calentamiento global de los javieristas, que vieron cómo el sanchismo echaba cubos de hielo a paladas sobre sus aspiraciones de evitar el genocidio político.

Puede que en el PSOE asturiano se imponga en unos meses el efecto invernadero: que los perdedores del cónclave federal se tengan que ir a plantar lechuguinos a un huerto urbano como los que se alquilan en Leorio. Las chimeneas de la FSA van a echar humo en semanas. El riesgo de incendios, extremo.

Puede que el calentón ambiental de una jornada dominical tórrida se debiera a alguna de las despedidas de soltero que tuvieron lugar en distintas localidades asturianas, epicentros del turismo de desmadre. Que sepan los participantes en esas bacanales romanas que el alcohol no hidrata, si es que les queda algo de sangre en el sistema etílico.

En Gijón, ocho mil féminas de todas las edades participaron en la Carrera de la Mujer, para recaudar fondos contra el cáncer, en una mañana canicular. Si se suma el calor de los ocho mil corazones latiendo a pleno ritmo a la temperatura media corporal, la sensación térmica de la prueba deportiva generosa y altruista se alzaría por encima de los 296.000 grados centígrados. He ahí la mejor explicación para un domingo de junio sofocante.

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