El ingreso, como académico correspondiente, en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de ese gran catedrático de la Universidad de Oviedo que es Leopoldo Tolivar Alas ha tenido consecuencias que van más allá del simple instante de su recepción. Y eso ha sido como consecuencia de su aportación para el acto titulada "Juan Santiago Portero: maestro ignoto de Posada", con una información impagable para entender mejor en qué consistió aquella maravilla ejemplar que fue, en el enlace de los siglos XIX y XX, la Universidad de Oviedo. No quiero decir con esto que después no haya sido un gran centro universitario, pero es que en aquel momento del paso de un siglo a otro, tenemos textos de Unamuno, o de Giner de los Ríos, que muestran lo que supuso para cambios esenciales en el mundo universitario español, al indicar por dónde debía caminar éste. De paso, sus profesores se expansionaron por toda España y, además, influyeron positivamente en aspectos esenciales de la economía y la realidad social.
El profesor Tolivar Alas ha aportado a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, precisamente sobre esto, un documento valiosísimo. No sólo por lo que contiene, sino porque su elaboración exigió un esfuerzo extraordinario que, normalmente, se rehúye, y que él asumió. Téngase en cuenta que los acontecimientos de 1934, entre otras cosas, supusieron el incendio y, por consiguiente, la desaparición del archivo de la Universidad, al desaparecer su edificio central. El conseguir, en esas condiciones, de los archivos de otras universidades y de la Administración, pasando a conocerse gran parte de lo que se había quemado, exige un trabajo que sólo los que nos dedicamos a la investigación comprendemos su extraordinaria magnitud. Y eso es lo que ha permitido señalar, a través de Tolivar Alas, de qué manera uno de los grandes maestros que tuvo ese periodo espléndido, al que me he referido, de la Universidad de Oviedo, Posada, desempeñó para él las clases dadas por Juan Santiago Portero en su pequeñísimo paso por Oviedo. Los datos aportados sobre éste son valiosísimos. Sólo le faltó a Tolivar Alas decirnos dónde dormía en Vetusta este profesor.
Pero precisamente al exponer la preparación y aportación de Juan Santiago Portero, nos damos cuenta del lamentable nivel que tenían los cuadros docentes universitarios españoles, precisamente cuando, en esa etapa del siglo XIX, tenía lugar en el mundo occidental una revolución científica, intelectual y también política, que explican mil aspectos del avance del pensamiento desde entonces hasta ahora mismo. Y gracias a los datos de este trabajo de Tolivar Alas se comprueba que, entonces, como consecuencia de la falta de especialización de los catedráticos, España estaba ausente de ese proceso. Y va a ser esto rectificado, en grandísimo grado precisamente por ese cambio que se originó a partir de entonces en Oviedo. El panorama concretamente ofrecido por Juan Santiago Portero, que tanto explicaba Economía Política como Derecho Romano, muestra lo que hubo necesidad de alterar a fondo.
Pero además, gracias a este trabajo de Tolivar Alas, tenemos noticias interesantes sobre uno de los componentes personales básicos del "trípode pedagógico", del mundo académico ovetense, que tanto papel tuvo en el desarrollo de nuestra política social, de nuestra política económica -concretamente, por ejemplo, en relación con el carbón-, en la política sin más -basta mencionar el Partido Reformista de Melquíades Álvarez- y también en la vida diaria de Asturias, incluida desde la industria a las formas de organización social. Y de ahí procede una herencia que, por ejemplo, yo he vivido de cerca en el caso de Valentín Andrés Álvarez concretamente, el cual proporcionó una de las bases esenciales del gran cambio de la economía española experimentado de 1959 a ahora mismo. Éste no se entiende si se prescinde, por ejemplo, de sus enlaces con la alabanza a la Escuela de Friburgo o lo que supuso disponer, para la ordenación macroeconómica española de las tablas input-output. Esa línea que va de los Buylla, Posada, Alas y demás grandes maestros se encuentra detrás de estos grandes cambios.
Ha sido, pues, una aportación valiosísima ésta de Leopoldo Tolivar Alas.
