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Colectivo de Amigos de Rufino Roces

En recuerdo de Carlos Álvarez-Nóvoa

Texto leído en el descubrimiento de la placa conmemorativa de su nacimiento en La Felguera

Ojalá la inauguración de la placa conmemorativa de su nacimiento en La Felguera se hubiera celebrado en vida de mi querido y admirado Carlos, seguro que estaría feliz de que se le recuerde con tanto cariño como admiración.

Las personas que han puesto a Carlos en mi vida no están entre nosotros. El primero fue Carlos Argüelles, que lo descubrió en un cine de Madrid en el estreno de "Solas". Él contaba con mucha gracia que a punto estuvo de levantarse y decir que también era de La Felguera. De la emoción cuando salió de ver la película que le otorgó el Goya al siempre añorado Carlos, se lo comunicó a mi padre, que enseguida puso en marcha su localización. Lo consiguió por Joaquín Álvarez, entonces presidente del Centro Asturiano de Sevilla, y desde entonces se tejió una estrecha amistad cargada de respeto, confianza y complicidad. Los cuatro, langreanos de pro, desde algún lugar habrán disfrutado de vernos reunidos en este merecido homenaje.

A Carlos le conocí precisamente en Sevilla. Ofrecía el pregón del Centro Asturiano, del cual nació "El Camín de Llangreu", editado por el Ayuntamiento de Langreo y que espero sea reeditado. Mucho más tarde vino Alberto Vega con "Entre Amigos", editado por Langreanos en el Mundo. Por el medio más encuentros que reservo para mis recuerdos porque lo importante es resaltar la figura de este felguerino orgulloso de su pueblo, bondadoso, generoso, humilde, discreto, genial y, sobre todo, una buena persona. Me siento afortunada de haberle conocido, a la vez que me queda esa penina porque la distancia de nuestros domicilios nos impidió compartir otros estupendos momentos. Nunca olvidaré el potaje compartido en casa de mis padres, que mi madre se esmeró en que fuese excelente, aunque solo con el ingrediente del cariño que se respiraba ya era suficiente.

Cuando el Comité Ejecutivo del Colectivo de Amigos de Rufino Roces decidió que ya había cumplido sus objetivos y que se debía poner el broche final colaborando con algún proyecto sociocultural, se tuvo presente, como siempre, la forma de pensar de mi padre. Creo que los dos proyectos que se seleccionaron, el presentado por Roberto Lastra de "Cultura Asturiana en Nueva York de Voblana y Orquesta Langreana de Plectro" y el presentado por José Ramón López y Asunción Naves de recordar a Carlos Álvarez-Nóvoa Sánchez en la casa donde nació, no habrían podido encajar mejor con su filosofía. Quiero recordar el profundo cariño que se tenían él y Carlos, de tal forma que nuestro actor, que era miembro de la Comisión de Honor del Colectivo de Amigos de Rufino Roces, el 17 de marzo de 2015 nos escribía este email, que corrobora lo que acabo de decir:

"Mi querida Rosa:

Es para mí un orgullo formar parte de la Comisión de Honor de ese colectivo creado para recordar la memoria de Rufino. Aunque todos los que le quisimos y todos cuantos le conocieron seguro que le recordaremos siempre, me parece de justicia que esa obra artística quede permanentemente como muestra del reconocimiento que La Felguera ha contraído con su ciudadano ejemplar. Gracias por proponérmelo y el abrazo más fuerte del mundo para ti, para tu familia y para nuestros amigos. Carlos".

"¡Qué pequeña era aquella boina para cubrir tanta generosidad, tanta entrega a los demás y tanta lealtad!".

Carlos tenía previsto asistir a la inauguración de la escultura, sin presagiar que la muerte, siempre traicionera e inesperada, se lo impediría justo un mes antes. Esta placa conmemorativa, unida a que siempre estará en nuestros corazones, es una humilde forma de devolverle su impagable cariño, apoyo y compromiso con Langreo.

El acta del Colectivo que recoge estos acuerdos menciona que sea el escultor Iglesias Luelmo el autor de la placa, pues también teníamos la seguridad de que sería el artista escogido por mi padre. Gracias, José Luis, y enhorabuena por esta nueva y simbólica obra.

Por todo ello tenemos la satisfacción del deber cumplido y el pleno convencimiento del acierto en las decisiones tomadas.

Solo me queda felicitar a José Ramón López y Asunción Naves, promotores de la idea, y al Centro de Artes Escénicas Carlos Álvarez-Nóvoa. También darles las gracias por invitarme a participar en un acto que me llena de emoción, así como expresar mi gratitud para los compañeros del Colectivo de Amigos de Rufino Roces por todo su apoyo, su compromiso y el recuerdo permanente hacia mi padre, así como a todos los que de una u otra forma colaboraron con el ilusionante proyecto de recordar su memoria. A ti Carmen, decirte que tanto tú como tus hijos y vuestra familia aquí tenéis vuestra casa, y que anhelamos vuestras visitas. Al Ayuntamiento de Langreo, muchas gracias por su colaboración y ayuda. Confío en que un día el Nuevo Teatro de La Felguera llevé el nombre de este actor como ejemplo para generaciones venideras de lo que significa arraigo a su tierra y ser todo "un paisano".

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