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Crítica / Arte

Mucho arte en lata

Esta exposición sobre la publicidad de las conservas de pescado en Asturias abarca los años 1911 a 1937, cuando esta industria estuvo en alza. Son los mismos años de la vida de Antón. La muestra conmemora el ochenta aniversario de la muerte del pintor y escultor candasín Antonio Rodríguez García, "Antón", que fue fusilado en el campo de trabajo republicano de Murias de Candamo el 19 de mayo de 1937.

Los textos han sido escritos por Manuel Ramón Rodríguez Rodríguez, "Moncho", historiador también candasín especializado en todo lo que concierne al mundo de la mar, la pesca e industrias derivadas. Él es el comisario de esta exposición y quien por tanto ha recogido de particulares e instituciones las piezas que se muestran. Es autor de varios libros, como "Las conservas de pescado en Asturias", editado por el Ayuntamiento de Carreño en 1990 y ocho artículos como "La industria conservera de pescado (1930-2004)", en el libro "Asturias y la mar", publicado en 2006 por la Editorial Prensa Asturiana (LA NUEVA ESPAÑA). En 2016 Moncho Rodríguez publicó en 34 páginas de la revista La Bodega la historia de los Alfageme. Otros textos suyos se citan en la Bibliografía del catálogo, p. 33 y 34. Y de otros autores, como Francisco Crabiffosse Cuesta, Lucía Fandos Rodríguez y Joaquín Ocampo Suárez-Valdés, bibliografía que termina con el artículo de Dolores Villameriel Fernández, directora del Museo Antón: "Alfonso Albo, el mecenas de Antón", incluido en el libro "Casa Albo,1895-1995. Cien años de industria conservera en Candás", editado por el Ayuntamiento de Carreño en 1995.

La exposición se completa con varios dibujos y pinturas de Antón inspirados en imágenes publicitarias, alguno de cuando Antón tenía 13 y 15 o 16 años, y otros de los años 30, todos ellos referidos a productos Albo y a las fábricas de Albo en Vigo, San Juan de la Arena y Santoña. Otro detalle complementario pero de gran interés es la película de 35 mm y 60 m. de longitud que hace publicidad de Pesquerías Asturianas, S.A. de Luanco, rodada hacia 1925 probablemente por el fotógrafo gozoniego Eduardo Bosquets y González del Regueral (Luanco, 1881-1953), que además de ser socio fundador de la empresa conservera ocupaba el cargo de directorgerente. Además de los rótulos en castellano, se ofrecen imágenes de la fábrica, tomadas desde el extremo de la playa de Luanco, el monumento a Don Mariano Suárez-Pola, benefactor de la villa, tomado desde el soportal de la iglesia; y luego las jóvenes obreras trabajando con el pescado en el interior de la conservera.

Los textos del catálogo analizan las imágenes publicitarias, sean etiquetas de latas, estuches de cartón, correspondencia comercial o carteles para revistas y paredes. Se fijan en los tipos de barcos (a menudo vapores) que aparecen en las marcas, la manera de representar los peces objeto de venta, las mujeres y los pescadores. Alguna vez dan un paso más y se adentran en la valoración artística de algunas piezas, siempre de la mano de Francisco Crabiffosse. No faltan retratos de personajes ilustres, como Cristóbal Colón, para la marca "Las Delicias de Colón", o de Jovellanos junto al escudo municipal de la ciudad de Gijón, que utiliza la marca "La Gijonesa". Hay una curiosa escena de Don Quijote ante la jaula de los leones (Segunda Parte, cap. XVII) para tapa de lata de conservas Cascos, en Luarca. Hay marcas que llevan el sello de "Proveedores de la Real Casa". Y una empresa de Gijón que recurre a la Santina y se llama "La Covadonga", que imprimía sus reclamos en la Litografía Viña, pues también de talleres litográficos y metalgráficos se ocupan el autor. Pongamos tres ejemplos de cómo se representaban las mujeres. Lo más común es que aparezcan con traje regional, portando en la cadera o en la cabeza un cesto con pescado. Pero hay excepciones, como la mamá con elegante bata de casa que ofrece una lata de conservas de la marca "Estupendas" de Santoña, a su niño pequeño para desayunar. O la lata de anchoas en salmuera de Juan Llera, Lastres, con una mujer en bañador amarillo, dispuesta a zambullirse desde un trampolín en la playa de Lastres.

Nos sorprenderá conocer que el salmón era uno de los peces que interesaban mucho a los fabricantes de conservas, por su abundancia en los ríos asturianos. O que a menudo había empresas que utilizaban el nombre de su villa de origen, como "La Arenesca", de San Juan de la Arena, "La Llanisca", "La Gijonesa" o "Cabo de Peñas". O empresas que utilizan animales como marca de alguno de sus productos, como el león alado de San Marcos por "La pesquera del norte de España", La Coruña, en sus botes de aceitunas rellenas de anchoa, o los famosos gatos de las conservas Miau (marca registrada en 1914) del zamorano Bernardo AlfagemePérez (Vezdemarbán, Toro,1849) con fábricas en Candás y Vigo. Alfageme, en los años 80 del siglo XX, llegó a fabricar 150 millones de latas anuales. Quedan en Candás los edificios de Albo, pero no los de Alfageme, situados en el actual parque "Las Conserveras". Bernardo Alfageme, de 87 años, y su nieto Hermenegildo, de 27, fueron fusilados en la Ería del Piles (Gijón) en la noche del 21 al 22 de septiembre de 1936. Pero queda su memoria, pues la familia levantó el Sanatorio Marítimo en Gijón y el cementerio San Bernardo en Candás (1927, 30.000 ptas.) en honor de otro nieto de Bernardo Alfageme, también llamado Bernardo, que murió a los 17 años.

De modo que estamos ante una exposición que ha requerido mucho tiempo y esfuerzo para reunir un centenar de piezas, una muestra que resulta muy atractiva y entretenida y de la que saldremos atentos para mirar los diseños publicitarios de las latas de conservas que compremos para llevar a casa en tiendas y supermercados.

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