El concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Gijón abrió días atrás un debate que sin duda generará polémica a nivel político y hará correr ríos de tinta en el ámbito local, al anunciar la intención del equipo municipal de gobierno de suplir la escasez de agentes policiales con la instalación de más cámaras de videovigilancia en las calles.

El uso de cámaras que se colocan en distintas zonas de la ciudad con el fin de prevenir delitos o reunir pruebas para perseguir a quienes los cometan plantea la disyuntiva entre la necesidad de medidas de seguridad preventiva a cambio de la cesión de la intimidad de los ciudadanos, a quienes los sistemas de grabación pueden captar en la vía pública en situaciones de privacidad. ¿Hasta dónde la prevención es prioritaria respecto al derecho a la protección de la propia imagen?

"Si no hay policías para todo habrá que implementar medios telemáticos", adelantó el edil Aparicio Bausili, quien había pretendido con anterioridad dotar al nuevo cuartel de la Policía Local de un centro de control para este sistema de cámaras. El concejal responsable de la seguridad local ha anunciado la mejora de la definición de las cámaras instaladas y el sistema que permita mantener por más tiempo las grabaciones realizadas.

La Policía Local de Gijón cuenta en la actualidad con 317 agentes, con un refuerzo de 17 más en época estival. El Ayuntamiento considera este numero insuficiente, si se compara con ciudades de su entorno, por ejemplo Bilbao, que con 50.000 habitantes más dispone de un número de agentes que supera en 150 efectivos a Gijón. El equipo de gobierno quiere que por las calles de la ciudad lleguen a patrullar 392 policías de titularidad municipal.

Gijón es, en términos generales, una ciudad segura, si bien graves sucesos como el ocurrido el pasado mes de julio, cuando un joven fue salvajemente agredido en una céntrica calle de la zona de ocio nocturno, y que permanece en estado grave desde entonces, podrían servir de excusa para dotarse de medidas preventivas con el fin de evitar peleas que suelen ser habituales, aunque no de gravedad, en esa zona.

Puede que se trate sólo de un globo sonda o de una iniciativa que tenga como fin llamar la atención acerca de la necesidad de dotar a Gijón de más agentes de Policía Local. En cualquiera de los casos, el Ayuntamiento deberá hilar muy fino por cuanto atacar el ámbito privado de los ciudadanos, aunque sea a través de una medida de interés general, puede acarrearle problemas legales.