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Alberto Menéndez

Confianza frente a conformismo

El Oviedo tiene ilusión y pelea del primero al último balón del partido

Si hay una virtud que distingue al Oviedo de Anquela es la ilusión, el pelear del primero al último balón con la esperanza, siempre, de sacar algo positivo. Los jugadores azules lo dejaron meridianamente claro ayer en El Molinón. En todo momento se mostraron confiados en sus posibilidades frente a un Sporting excesivamente conformista, que se daba por satisfecho con el 1-0 y que el final vio cómo los oviedistas se llevaban un punto muy merecido de Gijón cuando faltaban sólo seis minutos para el final del encuentro.

El Oviedo, tal como había sucedido el miércoles en el partido de Copa contra el Numancia, salió demasiado relajado al partido, y fruto de ello fue el gol sportinguista tras una buena jugada de los rojiblancos (aunque también es cierto que no es normal que Carmona rematara con tanta comodidad como lo hizo).

Los veinte primeros minutos del partido fueron los únicos en los que los gijoneses fueron realmente superiores a los ovetenses. A partir de ahí el choque fue igualándose poco a poco hasta hacerse los azules con el control total del juego en el segundo tiempo. El Sporting en los segundos 45 minutos apenas llegó con algo de peligro al área azul. La ocasión más clara fue de Santos, tras un nuevo despiste del centro de la zaga azul.

Falta por saber si el equipo rojiblanco se fue atrás en la segunda parte por el vigor azul o porque el técnico sportinguista apostó por replegarse confiado en una defensa y un portero que hasta ayer habían conseguido mantener su casillero a cero. De ser esto segundo lo que sucedió es evidente que el conformismo de Paco Herrera le costó muy caro a su equipo.

Los oviedistas llegaron a El Molinón con varias e importantes bajas y salieron del derbi fortalecidos, con una muy buena imagen, la de un equipo que cree en sus posibilidades y que no baja nunca la guardia, la de un combinado alegre, animoso, sin complejos, al que va a resultar muy difícil vencer a lo largo de la competición. Resumiendo, un equipo al más puro estilo Anquela.

También tiene buena pinta el Sporting de Herrera, al menos el Sporting de los primeros minutos de ayer, el inconformista, el que salió a por todo en el primer derbi de los últimos catorce años. Tanto el entrenador rojiblanco como el azul han sido muy bien recibidos por sus respectivas aficiones y eso siempre facilita la complicada primera fase de la Liga, la de ensamblar la maquinaria de los equipos. El primer derbi de la temporada llegó muy pronto. Al fútbol asturiano le vendría muy bien que el segundo encuentro entre los dos grandes clubes de la región se disputase en el Tartiere con ambos en puestos de privilegio, con opciones, tanto oviedistas como sportinguistas, de dar el salto a Primera. Es el siguiente paso: un derbi en la categoría de oro del fútbol español.

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