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Fernando Granda

Un zoológico ecológico

El ejemplo del parque de Santillana del Mar

Las personas, como en muchas circunstancias de la vida, se pueden dividir en dos grupos respecto a la Naturaleza, defensores y detractores. Habrá más o menos partidarios de la defensa o más o menos detractores pero pertenecerán a alguno de los dos campos. Conozco a personas de ambos estadios, no entiendo la radicalización de algunas. Pienso que es antinatural.

La Ecología, el campo de la biología que estudia las interrelaciones entre los seres vivos y el medio en el que conviven, suele ser el blanco de todos los reproches y también la palabra mágica que salvará la Tierra. Aunque parezca que son opuestas, hay cosas que las unen. O que se favorecen. Puede que un ejemplo sirva de explicación.

"El cirujano de mariposas" es un vídeo que se puede ver en el portal de Facebook del Zoológico y Parque Cuaternario de Santillana del Mar en el que José Ignacio Pardo de Santayana, "El encantador de mariposas", explica y muestra como reparar las alas dañadas de un lepidóptero. Les parecerá cosa de magia a unos y a otros un increíble paso de la naturaleza. También habrá gente a quien le parezca una barbaridad. El caso es que el director de este zoo consigue mejorar la existencia de estos preciosos bichitos tan beneficiosos en la cadena natural. Mantiene un parque que tiene encerrados a significativos animales, aunque de la forma más natural posible, sin maltrato. Pero esto lo rechazan muchos ecologistas. Aunque dudo en aplicarles a algunos de ellos este calificativo. Porque la ecología consiste en conseguir el equilibrio de las especies.

El zoológico cercano a Altamira lleva enseñando naturaleza cuarenta años. Cuando en 1977 Pardo de Santayana abrió al público el recinto instaló en él una curiosa miscelánea de animales que criaba en estancias familiares. No los encerró en jaulas ni en corrales de cemento y hierro sino los colocó en cercados naturales. Un año después instaló en una pradera un bisonte que recordaba a los antepasados que poblaron la zona en el Paleolítico, como refleja la monumental cueva. Hoy día se pueden contemplar allí más de cuatrocientas especies y cuatro mil seres vivos con infinidad de explicaciones lo que acerca la naturaleza a las personas, enseña las características de cada uno y anima a amar a los animales en un entorno lo más parecido a su hábitat natural. No es la situación ideal pero creo que es la que más se le parece. Unas antiguas minas cercanas albergan grandes fieras en semilibertad pero tienen otras limitaciones para poder observarlos, con escasa mejora para los animales.

Por otra parte me parece que es difícil acercarse a la Naturaleza de otra forma. La hay y tengo como amigos a unos de los naturalistas más reconocidos, que se esfuerzan cada día en practicar su amor al medio natural, buscando fórmulas para salvaguardarlo de los atropellos que le hacemos. Por ejemplo, Domingo Pliego, autor de diversas guías para conocer/recorrer los espacios naturales a la vez que visitando monumentos del medio ambiente o realizados por las personas a lo largo de la historia arquitectónica; Soledad de Andrés, filóloga, su esposa, acompañante e ilustradora de sus andanzas por los parajes de España; Teresa Vicetto, cofundadora con su compañero Benigno Varillas de la pionera revista "Quercus", la primera publicación especializada en Ciencias Naturales y Medio Ambiente en nuestro país; por supuesto, Varillas, el premiado naturalista poseedor de los más prestigiosos galardones internacionales, incansable buscador del equilibrio entre seres vivos y medios naturales e intérprete de una ecología práctica y eficiente.

Si aplaudimos las instalaciones que se van conformando para recuperar animales ancestrales, habitantes de esta tierra en la Prehistoria (bisonte, uro, vaca sayaguesa, caballos como el tarpán, el pottoka, el asturcón o el przenwalski?), un conjunto como el de Santillana, donde disfruté de joven, luego disfrutaron mis hijos y espero que también mis nietos, me parece un centro óptimo para empezar a amar la Naturaleza. Para Varillas "toda actuación a favor de la naturaleza siempre es muy positiva". Gran defensor de la vuelta a nuestros prados y bosques de estos valiosos animales -también osos, lobos y demás equilibradores de los ecosistemas-, Varillas pondera "una iniciativa así que sirve para que mucha gente se acerque a los animales". Una fundación similar sería ideal para nuestro verde Paraíso Natural.

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