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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Consenso urbanístico

Si había ayer un concejal exultante a la salida del Pleno, ése era Fernando Couto Garciablanco, edil de Urbanismo, que jura y perjura que con el actual mandato finalizará su carrera política, llegado el tiempo, después de ocho años de gestión pública, de retornar a la empresa familiar.

Exultante por partida doble: porque salió adelante su propuesta urbanística con el voto favorable de cinco de los seis grupos del espectro municipal (no se vean segundas intenciones en el uso de un sustantivo tan fantasmagórico), y porque cayó en saco roto su reprobación, promovida por los socialistas a cuenta del contencioso contra dirigentes políticos y técnicos de la Empresa Municipal de Aguas en la época socialista, que salieron absueltos.

Couto aspiraba a la unanimidad absoluta en torno al Plan General de Ordenación, lo cual hubiera sido como cortar dos orejas y rabo y salir por la puerta grande del plenario en la temporada que tocaba cortarse la coleta, pero resulta obvio que Foro no iba a contar con la aquiescencia del PSOE; de manera que la faena le ha salido notable, por cuanto ha conseguido, con concesiones de mayor o menor cuantía, una mayoría más que aseada para su propuesta. Vuelta al ruedo, pues.

Por responsabilidad política es obvio que Gijón requiere en este momento de una propuesta urbanística del mayor consenso posible para acabar con la inseguridad jurídica de un planeamiento que han tumbado los jueces dos veces en los últimos años. La tramitación del PGO prosigue y la gran pregunta de los próximos meses es, echando mano del refranero, si no habrá dos (anulaciones) sin tres; o si a la tercera será por fin la vencida.

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