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Alberto Menéndez

El PP, a la búsqueda del sosiego

La presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, está convencida de que su partido puede ganar las elecciones autonómicas dentro de poco más de un año y medio y acabar convirtiéndose en la próxima presidenta del Principado, logrando así ser la primera mujer en acceder al cargo. Está ilusionada, pero recela de su propia organización. Los antecedentes de los populares asturianos, de la derecha regional en su conjunto, no son precisamente demasiado tranquilizadores. Las dos ocasiones en las que tuvo opciones de gobernar con comodidad en Asturias dos cismas dieron al traste con las buenas expectativas: primero, en los tiempos de Sergio Marqués, que llegó a ser presidente autonómico encabezando las listas del PP pero que acabó expulsado de esta formación acosado por el entonces todopoderoso Francisco Álvarez-Cascos, y creando otro partido, URAS, y después, ya en 2011, cuando el propio Álvarez-Cascos se rebeló contra Mariano Rajoy por no acceder éste a que encabezara la candidatura popular al Principado. El exsecretario general del PP se fue de su formación de toda la vida y fundó Foro, plataforma con la que triunfó en los comicios de aquel año, alcanzado la Presidencia del Ejecutivo regional, pero sólo por doce meses, ante la imposibilidad de lograr cualquier tipo de acuerdo de gobierno con los populares. Luego, el poder en la comunidad autónoma pasó de nuevo a los socialistas, a Javier Fernández. Hasta ahora.

Mercedes Fernández está empeñada en que el sosiego llegue ahora al PP asturiano de una vez por todas, aunque es consciente de que las posibilidades de que la derecha regional (populares y foristas) concurran unidos a los próximos comicios son prácticamente nulas. Ciertamente el Partido Popular ha ido recobrando la normalidad tras las crisis habidas en los últimos años en diversas juntas locales, fundamentalmente en Gijón y Avilés. Pero de eso a pensar que esta organización sea una balsa de aceite hay un mundo, aunque también es verdad que la situación política nacional, con los gravísimos problemas surgidos en Cataluña, ayuda a Mercedes Fernández en su estrategia de pacificación. No está el partido de Rajoy en estos momentos para frivolidades internas, para pulsos de carácter regional.

En todo caso a la líder regional de los populares la situación catalana no le hace olvidar cuáles son sus principales objetivos a corto y medio plazo: las elecciones autonómicas y municipales de 2019. Por ejemplo, sabe que su mayor granero de votos en la región está en Oviedo y por eso está empeñada en acabar cuanto antes con las incertidumbres sobre la persona elegida para optar a la Alcaldía. Hace ya tiempo que Mercedes Fernández tiene resuelto que Agustín Iglesias Caunedo no sea el cabeza de lista en la capital del Principado. Lo tiene decidido ella y también la dirección nacional de los populares. La principal razón, los problemas de Caunedo con la justicia a causa de la trama de agua, aunque también es cierto que entre la presidenta regional de la formación y el máximo responsable de la junta local ovetense no hubo nunca buena química.

Todo hace indicar que Mercedes Fernández piensa en una mujer como número uno en Oviedo y que quien mejor colocada está actualmente es la diputada en Cortes y exparlamentaria regional, además de profesora de Universidad, Susana López Ares. Ahora falta saber si ésta, que se encuentra muy cómoda en el Congreso, acepta el ofrecimiento de la ejecutiva del PP asturiano si es que el mismo finalmente se produce.

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