Más de una década después de constituirse la sociedad de capital público que gestiona la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (Zalia), las administraciones implicadas por fin han caído en la cuenta de la necesidad de redimensionar un proyecto mastodóntico que se encaminaba al fracaso más estrepitoso. El Ayuntamiento de Gijón y el Principado de Asturias están de acuerdo en reducir la extensión del proyecto, que dejará la superficie sobre la que actuar urbanísticamente en algo más de la mitad de lo previsto. Se llevarán a cabo las dos primeras fases y parte de la tercera, dejando el resto de suelo disponible, expropiado en su día a propietarios de la parroquia gijonesa de San Andrés de los Tacones, en situación de reserva.

El problema de la Zalia es que el proyecto se inició por el tejado, en lugar de dotarlo de unos sólidos cimientos. Se pretendió una gran plataforma logística e industrial de 44 hectáreas de extensión sin disponer antes de los accesos necesarios a la red de carreteras de alta capacidad y al puerto de El Musel, elemento clave para el éxito de esta iniciativa regional. Grandes empresas que mostraron interés en adquirir terrenos en esta plataforma quedaron sorprendidas, a la vez que sus expectativas defraudadas, al conocer la deficiente accesibilidad.

Aunque con enorme retraso, ya se llevan a cabo las obras del primer tramo de los accesos a El Musel, con el desdoblamiento de la AS-19 entre el enlace de Lloreda y el semienlace de Veriña, inauguradas el pasado 8 de julio. Una actuación que se completará con el nuevo vial al puerto por el valle de Jove y que conectará con el enlace de La Peñona. De manera que la conexión de la Zalia con El Musel comienza a ser una realidad, no una entelequia.

Además, una empresa gijonesa, Norteña de Comercialización Siderúrgica (Norsider), negocia con la Consejería de Infraestructuras la posibilidad de adquirir 30.000 metros cuadrados de suelo en la primera fase de la Zona Logística. Para facilitar la llegada de nuevas firmas, la Administración regional proyecta también rebajar el precio del suelo disponible, actualmente fuera de mercado por su elevado coste.

Aún no es tarde para conseguir que la Zalia alcance el objetivo de posicionar al Principado como eje fundamental del Arco Atlántico impulsando la actividad logística como factor clave de competitividad, vinculada a los puertos de Gijón y Avilés, convirtiéndose en agente dinamizador de ambas dársenas al permitir la implantación de operadores logísticos con capacidad de atraer nuevos tráficos. Las actividades industriales relacionadas con el tráfico marítimo necesitan suelo próximo a las instalaciones portuarias para ser efectivas. Ya no caben más demoras para dotar a las empresas interesadas de suelo bien urbanizado y convenientemente comunicado con los puertos desde la Zalia.