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Doctor en Geología por la Universidad de Oviedo

Al final, el asunto del carbón es eléctrico y geológico

Prescindir de las plantas de carbón o combinadas, en Asturias y en España, sería de locos: el 66,6% de la energía que consumía el país el pasado viernes dependía de ellas

Hace unos 28.000 años desapareció el Homo Neanderthalensis, que fue sapiens hasta que le quitaron el prefijo y, aunque muchos creemos que los actuales Homo Sapiens nos conocimos e incluso nos cruzamos con los Neanderthales, el asunto sigue en pié entre la comunidad científica.

Y, ¿a qué viene esto? Pues viene a que en algún momento dado, al parecer mucho antes de esos 28.000 años, y según la leyenda, el Sumo Hacedor expulsó del Paraíso Terrenal, que no era Asturias, a una pareja por comerse una manzana sin denominación de origen y los mandó literalmente a buscarse la vida "con el sudor de su frente".

Y parece ser que así fue. Con el sudor de su frente comenzaron a explotar los recursos que la Tierra les ofrecía. Y muchos, muchos años después, de entre esos recursos y bajo el suelo de Asturias, apareció una piedra negra que ardía y daba calor, era el carbón.

Después, muchísimos años después, los descendientes de aquella pareja que se comió la manzana sin denominación de origen, estudiaron los recursos de la Tierra y descubrieron que había más, muchos más recursos no solo bajo el suelo, sino sobre el suelo. Pura Geología.

Y estudiando, se dieron cuenta que bajo la superficie había minerales y metales preciosos, y sobre la superficie del planeta había aire y sol, y que todos ellos daban riqueza y calor, fuente de la vida.

Fue en el año de 1752 cuando Benjamin Franklin evidencia la electricidad con su experimento de la cometa y los rayos. En poco tiempo, la electricidad había de dar luz y calor. Al fin y al cabo energía. Poder.

Hoy, año 2017 del siglo XXI, con unos 7.000 millones de habitantes en nuestro planeta, resulta que la electricidad es una fuente de contaminación ambiental. Se preguntarán: ¿cómo es posible?

Muy sencillo. Refiriéndonos a las fuentes de energía eléctrica tradicionales en España, conforme con el informe en tiempo real de Red Eléctrica Española, el viernes, 17 de noviembre de 2017, a las 22,00 horas y en plena "pertinaz sequía", esta es la situación:

- Centrales térmicas de carbón: generación, 22%. Emisión de CO2, 7.331 t/h. Carbón importado en alto porcentaje.

- Ciclo Combinado: generación, 33,3 %. Emisión de CO2, 4.356 t/h. Gas natural importado.

- Cogeneración: Generación, 11,3 %. Dependiente del gas natural y/o petróleo importado. Emisiones de CO2, variables.

- Eólica: Generación, 11,3 %. Dependiente del viento. No emisiones. Impacto visual y sonoro. Impacto sobre las aves.

- Hidráulica: Generación, 6,1 %. No emisiones. Dependiente puntual de la "pertinaz sequía". Impacto relativo sobre los ríos. Produce electricidad, abastece de agua para el consumo y contribuye al regadío.

- Solar Térmica / Fotovoltaica: Generación, 0,1 %. Dependiente del Sol. No emisiones. Impacto visual y concentración de calor atmosférico en su entorno.

- Nuclear: Generación, 14,5 %. No emisiones. Impacto visual y problemas de residuos.

En resumen, el total de generación eléctrica se concreta a la fecha en:

Energía contaminante por emisiones de CO2: 66,6 %.

Energía no contaminante por emisiones de CO2: 32,00 %, del que un 20,5% es de origen nuclear.

En España, y en Asturias en particular, sería de locos prescindir de las plantas de carbón o combinadas antes de que nos obliguen a ello en 2030, por mucho que no se haya firmado el último acuerdo de la reciente Cumbre de Bonn, donde, qué curioso, tampoco han firmado Alemania y Polonia.

Por otra parte, y una vez desaparecida la "pertinaz sequía", que desaparecerá, la hidráulica llegaría a alcanzar del 15% al 20 % del total de generación, y la nuclear ha llegado ya en algún momento a superar el 25 % del total de generación. Y ninguna de estas fuentes de energía necesita importación de materia prima. La eólica y la solar, y sus variantes, dependen de lo que dependen, y no hay más.

Finalmente: ¿alguien se acuerda del gas de pizarra o esquisto? ¿Alguien se acuerda del "fracking" o fracturación hidráulica para obtener gas natural? Ni siquiera nos hemos molestado en averiguar si lo tenemos y así intentar paliar nuestras dependencias externas y conservar y abaratar la generación tradicional, con permiso de Bruselas.

España es un país hidráulico por excelencia, por mucho que se quiera demonizar la palabra presa, y las nucleares no tienen ninguna razón para explotar. El asunto de los residuos es cuestión de geología y de técnica, como también lo son las emisiones de nuestras térmicas. Lo que sobran son intereses partidistas.

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