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Xuan Xosé Sánchez Vicente

Todos pedimos más

Es igual la materia o problema de que se trate, un congreso para debatir las perspectivas de la juventud, una reunión de criadores de alguna especie animal autóctona, un grupo excursionista?: "nadie nos ayuda", dirán unos, "carecemos de apoyo", dirán otros. La traducción, ya lo saben ustedes, es a la italiana: dennos pasta, subvenciónenos.

La última demanda ha partido de un grupo de dueños de pumaradas. Saben ustedes que este año los lagares no tienen capacidad para absorber toda la manzana producida, entre otras cosas porque se han sucedido dos collechones y están saturados. Se añade a ello que los llagares tienen compromisos con productores foráneos, a los que acuden en los años de poca manzana.

Pues bien, ese grupo ha pedido que el Gobierno subvencione la manzana, pagando al llagareru la diferencia entra la manzana de aquí y la de fuera, lo que arreglaría el problema de este año, pero no el de los años de escasez.

Si hacemos la traducción, la propuesta quiere decir que usted y yo, bebedores o no de sidra, paguemos al consumidor una parte de su botella de sidra; un consumidor, por cierto, que constituye parte del problema, puesto que, mayoritariamente, prefiere la sidra más barata, la que no tiene necesariamente manzana asturiana, que la de la DOP, la que sí la tiene.

Pero, además, la bayura de manzana no es más que un vector del problema general de la sidra: un consumo estancado y con precio de difícil modificación y unos lagares con mucha sidra almacenada y escasos beneficios empresariales.

En todo caso, la solución propuesta es muy asturiana: que pague el presupuesto, como si el presupuesto cayese del cielo o no fuese otro que el dinero de su trabajo y el mío.

Tal vez deberíamos incorporar a nuestra bandera el burru cagarriales, sostén de todos los milagros que al cielo, esto es, al presupuesto se demandan.

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