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Geólogo

Interrogantes bajo el bulevar de Santullano

Análisis geológico del entorno del monumento prerrománico

Estos días se vierten múltiples opiniones acerca de la propuesta para resolver la entrada a Oviedo por la autopista "Y". El proyecto ganador, titulado "Bosque y Valle" -ilustrado con atractivas infografías-, del que son autores los arquitectos Ángel Tejada y Clara Eslava, junto al ingeniero de Caminos David Gistau, contempla la creación en las inmediaciones de la iglesia de San Julián de los Prados o Santullano de una mancha forestal con un lago del que surge un esbelto surtidor.

No deja de ser una solución ingeniosa para proteger el templo prerrománico de las agresiones producidas por la intensa circulación rodada del entorno (se calcula un tráfico de unos 30.000 vehículos al día).

El grave percance que aconteció en el barrio próximo de Ventanielles al excavar un aparcamiento subterráneo en 1998, provocando un colapso generalizado, hasta el punto de afectar gravemente a algunos inmuebles, alertó sobre la conveniencia, o no, de soterrar la autopista en la proximidad del edificio sagrado por el temor de que ocurriese un cataclismo similar.

Persuadida por estos sucesos, la Consejería de Medio Ambiente, del Territorio e Infraestructuras del Gobierno del Principado de Asturias encargó ya hace diez años un informe al Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo para cerciorarse de que una actuación poco juiciosa pudiese afectar a este importantísimo legado artístico. En la investigación realizada (titulada "Estudio geológico, geotécnico e hidrogeológico de la losa de San Julián de los Prados (Oviedo") se llegaron a hacer unos 40 sondeos con vistas a conocer con detalle las características geológicas del lugar, ya fuesen los tipos de rocas, como la existencia de acuíferos subterráneos.

El estudio de los testigos extraídos de las perforaciones practicadas en el ámbito cercano a la iglesia de San Julián de los Prados -antigua zona cenagosa- permitió obtener una detallada cartografía del tipo de materiales presentes y su estructuración. La estratigrafía hallada la conforman dos formaciones del Cretácico que afloran en muchos puntos de la ciudad. La superior (Formación Oviedo) consta de calizas y areniscas calcáreas de color beige a pardo-amarillento, bien conocidas al haber sido utilizadas como piedra ornamental en la construcción de muchos edificios nobles de la urbe (el propio templo prerrománico, exteriores de la Catedral gótica, palacios barrocos, etcétera). Inmediatamente por debajo de la unidad litológica anterior se encuentra otra (Formación La Argañosa) con cualidades totalmente diferentes, pues la componen arenas, gravas y arcillas alternantes, igualmente habituales y consumidas en la región, ya que se han explotado tanto a cielo abierto como por minería de interior en múltiples areneros que se extendían por el oeste de Oviedo (La Ería, Olivares, El Campón, el Cristo) y por el Sur (Vega, La Manjoya).

Siguiendo el trazado de la autopista, estas dos formaciones se encuentran limitadas por dos fallas tectónicas de rumbo NO-SE. La occidental, en dirección a la glorieta de la Cruz Roja, dista unos 230 metros del templo y la oriental, hacia Ventanielles, se aleja 125 metros del mismo. Estos accidentes geológicos ponen en contacto los descritos materiales cretácicos, que aquí dibujan una serie de laxos pliegues anticlinales y sinclinales, con otros más modernos del Paleógeno, constituidos por arcillas, margas y puntualmente yesos, con estratificación subhorizontal.

La iglesia de Santullano -principal bien a salvaguardar en las obras del proyectado bulevar- corona una suave elevación topográfica y está cimentada sobre unos 4,5 metros de las compactas calizas pardo-amarillentas del Cretácico. La problemática se complica con los tramos detríticos infrayacentes, que llegan a aflorar inmediatamente al sur del oratorio, los cuales ocupan buena parte del espacio de la Fábrica de Armas, puesto que son ricos en aguas subterráneas -la lámina de agua llega a aflorar-, lo que supone un inconveniente geotécnico importante.

Los mapas hidrogeológicos confeccionados dibujan unas isopiezas (líneas virtuales que unen puntos de igual valor del nivel freático en el acuífero) orientadas grosso modo según los meridianos geográficos, mostrando que la mayor cota hídrica se localiza en la glorieta de la Cruz Roja y disminuye paulatinamente hasta el parque de Santullano, con un descenso piezométrico de 13 metros, brotando el agua en la vertical del templo a unos 5 metros de profundidad. Evidentemente, ello significa que el flujo de agua se desplaza hacia el Noreste.

Como hecho anecdótico relatar que en alguno de los sondeos ubicados en el interior del recinto de la Fábrica de Armas el agua manó de manera artesiana del acuífero cautivo del Cretácico -como si fuese un chorro de petróleo, alcanzó la altura de una persona-. El hecho se produjo al descender unos 30 metros la perforación, tras atravesar calizas de la Formación Oviedo y cortar varios metros de arenas y arcillas de la Formación La Argañosa.

El proyecto preliminar aprobado plantea algunas incertidumbres. Por un lado, al dejar activo el vial colindante a la iglesia no se eliminaría la contaminación ni las vibraciones producidas por el tráfico, aunque sí se aminorarían al alejar los carriles de salida. Por otro, en base a las peculiaridades geológicas señaladas, advertir del problema que supondría emplazar un lago sobre un terreno caracterizado por su gran permeabilidad, obligando a impermeabilizar, al menos parcialmente, el vaso.

Han de tenerse en cuenta los condicionantes apuntados en el nivel de arenas embebido en agua a la hora de ejecutar las obras previstas, con la finalidad de evitar el perjuicio que potencialmente pudiera suponer para la joya arquitectónica edificada en tiempos del rey Alfonso II el Casto.

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