Si el aleteo de una mariposa en Brasil puede producir un tornado en Texas, en el hipotético caso de que se pusieran a aletear a la vez todas las polillas guatemaltecas y las avispas asiáticas que invaden esta región con aviesas intenciones ¿podrían ser la causa de este veroño que parece embocar su fin y que mantuvo hasta ayer mismo a animosos bañistas de sol en la playa?
No está el horno para patata asada por culpa de la polilla y su larva barrenera; ni hay miel sobre hojuelas en las colmenas atacadas por las avispas del kung-fu, así que menos bromas y al grano, que de lo que aquí se trata es de discernir si va a ser cierta la teoría del caos enunciada por el matemático Edward Lorenz, quien logró determinar que no se pueden hacer buenas predicciones meteorológicas a medio plazo.
Lo cual quiere decir que todo el tiempo que los telediarios dedican a los hombres y mujeres del tiempo no deja de ser, a la larga, más que un juego de apuestas en el que interviene el azar de los dados del celestial cubilete. O sea, que hoy lloverá, pero no al gusto de todos.
Menester es que caigan chuzos de punta para el relleno urgente de pantanos con costra de secarral, no vaya a ser que Rajoy tenga que emular a cierto Caudillo y encargar proyectos de embalse en la España seca a los ingenieros del Ministerio de Fomento en previsión de cada vez más frecuentes pertinaces sequías.
En este tramo costero de la España húmeda, mientras tanto, pervive la teoría del caos, también en clave política. Esta región es caótica si hay quien espera que algún día de las chimeneas de Arcelor, en vez de humaredas, salgan coloridas mariposas y happy flowers.
