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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Un PSOE dividido

Los augures de la cosa socialistas, aquellos que gustan de escrutar, al romano modo, las entrañas de un mensaje en las redes sociales como si fueran las vísceras de un cuervo, daban por segura la victoria de Iván Fernández Ardura en las primarias a la secretaría general de la agrupación del PSOE más numerosa de la región. Quien gane en Gijón añade un plus de pedigrí, debieron de pensar los barbonistas y se emplearon a fondo en lograr la victoria. Arrimaron a su redil a dos de los otros tres aspirantes y obviamente ganaron, aunque la ganancia resultara exigua: 27 votos de diferencia en un escenario de 28 nulos no es para tirar cohetes.

En trazo grueso podría decirse que la militancia socialista gijonesa votó el domingo entre dos modelos: los que están dispuestos a tender la mano a Podemos, y los que no, o no a toda costa. Como Monchu García y César González son concejales en el Ayuntamiento, conocen de primera mano las enrevesadas relaciones entre podemistas y socialistas, que en Gijón vienen de lejos y proceden de otras siglas. Tal vez se trate de una explicación simplista o a grandes rasgos, pero algo de eso hay, de hacia dónde va a mirar el PSOE gijonés a partir de ahora. ¿Habrá consigna al grupo municipal para un cambio de actitud, ya que buena parte de los ediles apoyaron la candidatura de Monchu?

A Fernández Ardura, cuya imagen de discreto le acompaña desde el minuto cero, le toca ahora cumplir una tarea ciclópea que exigirá vehemencia: gobernar con ánimo integrador una agrupación dividida. El PSOE gijonés no se agranda buscando alianzas de izquierda para desbancar a la derecha, sino robusteciendo internamente sus cuadros y sus mensajes, todos a una.

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