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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

¡Ay, Marqués de San Esteban!

Hasta cuándo durarán las obras en una calle en la que no dejan de abrir zanjas y tapar desperfectos

Un jubilado gijonés, miembro dilecto de la veterana peña Puente de Mando y convaleciente aún de una intervención quirúrgica, se quejaba hace días amargamente, en su paseo matutino, de la eliminación de los bancos de asiento en la calle Marqués de San Esteban, donde se llevan a cabo unas obras que van a entrar en el libro "Guinness de los récords" por la ineptitud y la tardanza con que se llevan a cabo, que uno no sabe ya si lo que pretende el Ayuntamiento es adecentar el paseo bajo los soportales o construir en ese entorno los jardines colgantes de Babilonia.

"No tenemos los mayores dónde pararnos a sentar", decía, presa de la fatiga ese gijonés venerable, hombre educado y cabal al que es difícil verle fuera de sus casillas, así truene o caigan chuzos de punta. Ocurre que calificar las dichosas obras de Marqués de San Esteban de chapuza es parecer generoso en el halago. Desastre permanente, le pega más bien a una actuación que no deja contento a nadie y que todavía ayer rizaba el rizo con la apertura de una nueva zanja a la altura del número 6, provocando durante la mañana frecuentes atascos de tráfico en la calzada ocupada por las máquinas.

Hubo que indemnizar a la primera empresa adjudicataria de las obras y a la actual habría que pedirle daños y perjuicios para compensar a los vecinos, que llevan meses y meses soportando ruidos, zanjas y molestias. Iban a imitar el modelo parisino y lo más que han conseguido es que esta calle emblemática del centro de Gijón se parezca a Alepo. Si el marqués levantara la cabeza...

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