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Alberto Menéndez

El PSOE y las térmicas de carbón

Parece que Javier Fernández se queda solo en su partido en la defensa de Lada

El PSOE dio el pasado 24 de noviembre el visto bueno a adelantar a 2020 el cierre de las centrales térmicas de carbón. Lo hizo en el Congreso de los Diputados al apoyar una iniciativa de Podemos que también fue respaldada por el grupo parlamentario de Ciudadanos. Esa es la cruda realidad, digan lo que digan los socialistas y los podemistas asturianos, además de los seguidores de Albert Rivera en la región. Que días después Iberdrola anunciara el cierre de la térmica de Lada de forma más o menos inmediata entra por lo tanto dentro de la estrategia de estas tres fuerzas políticas. ¿O no es eso lo que votaron?

Pero, claro, una cosa es defender esta postura tan drástica sobre las centrales de carbón en Madrid y otra en Asturias, sobre todo cuando la Unión Europea es mucho más permisiva y se ha marcado como fecha tope para su descarbonización total el año 2050; es decir, treinta años más tarde.

Pueden buscar las justificaciones que quieran los nuevos dirigentes del socialismo asturiano, empezando por su secretario general, Adrián Barbón, pero o comienzan a hacer efectiva realmente su rechazo a la política energética oficial del PSOE en Madrid o van a quedar en una posición muy complicada en las comarcas mineras de la comunidad autónoma. Declaraciones tan dispersas y tan poco esclarecedoras como las de ayer a éste periódico del responsable nacional socialista de medio ambiente, el exalcalde de Lena Hugo Morán, no les ayudan precisamente a salir del atolladero en el que están metidos.

Da la sensación de que el presidente del Principado, Javier Fernández, se está quedando sólo en su partido en la defensa del mantenimiento de la central térmica de Lada, en Langreo. El jefe del ejecutivo ha mantenido ya varias conversaciones con el ministro de Energía, Álvaro Nadal, e incluso con el presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, para encontrar una solución al cierre de Lada. Mientras tanto Morán, en nombre de la ejecutiva de Pedro Sánchez, tira balones fuera cuando se le pregunta si es partidario de la clausura de la térmica langreana. Muy sintomático de lo que está sucediendo. En Madrid eso de las cuencas mineras no lo entienden muy bien y más cuando desde la FSA se les dice amén a todo.

Y mientras tanto el secretario general del SOMA, ahora sin UGT (al menos por el momento), José Luis Alperi, se reúne con los trabajadores de Lada como político de la FSA, no como sindicalista. Eso por si faltaba algo en el desaguisado energético de los socialistas.

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