La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sol y sombra

Teoría del huevo frito

No conozco a demasiados flamencos de Flandes, y con los que tenido la oportunidad de tratar tampoco he intimado. Por lo poco que sé, son gente laboriosa, orgullosa de sus tradiciones, con un elevado sentido de la pertenencia, escasa simpatía por sus vecinos holandeses del norte, con los que comparten lengua pero no otras afinidades, y que si pueden evitarlo prefieren entenderse en inglés antes que en francés con sus interlocutores extranjeros.

Los flamencos presumen de ser sencillos y francos. Por lo general huyen de la sofisticación. Al contrario que a los valones les gustan más los pescados y los crustáceos que la charcutería y el cerdo, pero como el resto de los belgas son aficionados a las patatas fritas, la cerveza y el chocolate. Deploran el afrancesamiento de Bruselas, siendo como es una ciudad geográficamente de Flandes, y sobre sus prejuicios pesa de vez en cuando la leyenda más negra de los tercios españoles. Sus nacionalistas arrastran un victimismo de pueblo oprimido por otros que, según leo, les ha llevado a mostrar una singular simpatía por los indepes catalanes.

Aunque se trata de una estrategia política interesada en favor de sus propias tesis, pecan de ingenuidad porque los separatistas de Puigdemont, ni nadie en Cataluña, pueden considerarse oprimidos. Con saber de la realidad catalana únicamente lo que modestamente conozco de ellos, a los flamencos de Flandes les sobraría para darse cuenta de que la democracia española, con sus imperfecciones, no ejerce ninguna opresión sobre Cataluña ni sobre ninguna otra comunidad autónoma. Su nivel de libertad y autogobierno resiste cualquier comparación. Otra cosa es que de tanto repetirse a sí mismos, los independentistas hayan llegado a creer lo contrario. En cualquier caso explicarle a alguien ajeno a este circo la obnubilación separatista catalana puede ser igual de imposible que contarle cómo se fríe un huevo al que no sabe lo qué es un huevo, una sartén, ni el aceite, ni el fuego.

Compartir el artículo

stats