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Xuan Xosé Sánchez Vicente

¡Bien poco somos!

La escasa defensa del protagonismo histórico de España en la constitución del primer Parlamento

En su reciente visita al Reino Unido, el señor Rajoy alabó ante Teresa May el parlamentarismo inglés por ser el primero del mundo, y, por tanto, ejemplar. No faltó tiempo para que alguien advirtiera que el primer parlamento se constituyó en España -lo que todavía no era propiamente España- en 1188, durante el reinado de Alfonso IX, rey de León. La UNESCO reconoció ese hecho en 2013. Mariano Rajoy, avisado de ello, pidió disculpas a los leoneses.

Error de don Mariano y sus asesores. No fue la ciudad de León, sino el reino de León el que tuvo el primer parlamento del mundo, es decir, León, Asturias y otros territorios, con todos debería el Presidente haberse disculpado. ¡Bien poco somos, que nadie nos considera! Pero más importante aún: qué poco queremos ser que ni una sola voz se ha levantado en Asturies, si no para protestar, sí para deshacer el entuerto.

Señales y síntomas son continuos. Conocen todos ustedes el asunto Sijena: hace décadas una serie de bienes artísticos de esta localidad se trasladaron a Lérida. Hubo múltiples sentencias a favor de la devolución de los bienes a su origen, pero unas fueron recurridas y otras incumplidas. Con el 155 en marcha, el nuevo gobierno de la Generalitat decidió acatar la ley, esto es, las sentencias, y devolvió los bienes a Aragón.

Pues bien, hay que recordar que en Cataluña yacen múltiples documentos de Asturias que provienen de Salamanca y de los que la Generalitat se apropió. Están reclamados y solo devueltos en parte. En el pasado ha habido demandas asturianas, pero ahora ¿han visto ustedes a nuestras instituciones aprovechar para reclamar dichos documentos? ¿El Gobierno? ¿La Xunta? ¿Algún partido? Acaso lo haya. Yo no he tenido conocimiento.

¡Bien poco somos! Pero es que en poco nos tenemos.

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