La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Presidenta de la asociación Carla Vive

Proteger a las mujeres

Contra las declaraciones de un abogado gijonés que cuestionó la vestimenta de una víctima de violación

El derecho a una "buena defensa" no puede ni debe prevalecer por encima del derecho de una víctima de violación al respeto hacia su persona.

No es solo que un abogado, en un claro exceso de sus obligaciones, haya dicho que toda mujer que ose vestir minifalda debe ser violada, algo que dejó plenamente latente en su lamentable comparativa entre nuestra forma y libertad para vestirnos como deseemos y nos plazca, y la camiseta de apoyo a la coca de Perú.

No, no es solo eso, es el silencio explícito del juez, el fiscal e incluso el Colegio de Abogados de Gijón, quienes con su actitud han permitido una nueva humillación de la víctima, un nuevo atentado contra su integridad y su persona y, me atrevo a decir, una violación institucional (que bien podría ser considerada en "manada") para el desprestigio de quien debe ser amparada y mimada por cada uno de los intervinientes en la causa, incluido el abogado de la defensa.

Inaudito es que en pleno siglo XXI se pretenda introducir una "duda razonable" basándola en la firma de vestir o comportarse de la víctima, ya sea anterior o posterior al delito en cuestión.

Por ello deseamos que toda esta violencia institucional contra las mujeres cese inmediatamente y para ello exigimos la total empatía con la víctima en todas y cada una de las partes del proceso, y la colaboración necesaria por todos para la pronta recuperación de ella y la vuelta a una "normalidad " que ya nunca más volverá a ser normal.

Cualquier actuación en contra, sean cuales sean los principios que la originen, debe ser expedientada y condenada por todos, toda la sociedad.

Todo ataque consentido puede ser repetido. ¡No consintamos!

Compartir el artículo

stats