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Alberto Menéndez

Retroceso inexplicable

Las promesas de los políticos en torno a una obra trascendental para Asturias

Inexplicable, el retroceso de la variante ferroviaria de Pajares es algo, efectivamente, inexplicable. En general. Tiene razón el líder de Foro (y durante muchos años persona de gran peso político en el PP y en el Gobierno de José María Aznar), Francisco Álvarez-Cascos, al calificar la situación actual de la obra de "retroceso inexplicable", aunque él se refiera fundamentalmente a las velocidades a alcanzar en el trayecto. Lo malo para Cascos es que su actuación y la de su partido en los últimos meses tienen mucho que ver con el desaguisado general existente en estos momentos, con los injustificables retrasos en las mejoras de las comunicaciones por tren de Asturias con la Meseta.

Pasó que cuando parecía que la tan polémica Variante iba por fin a desatascarse y había prácticamente unanimidad entre las fuerzas políticas y sociales de la comunidad para gestionar la estrategia ante la Administración central y agilizar de una vez por todas los trabajos en los ansiados túneles bajo la Cordillera, llegó Cascos y dijo que no, que él tenía una propuesta distinta y que si Mariano Rajoy quería el trascendental voto del diputado forista en el Congreso para sacar adelante los Presupuestos del Estado para el actual ejercicio económico debía aceptarse y punto: alta velocidad pura y dura, la que él había diseñado cuando estaba en el Ejecutivo central, nada de matices, aunque ello pudiera retrasar la puesta en marcha de la Variante. Como así es.

Pero ahora resulta que este retraso es baldío para el propio líder forista. No se cumplen las expectativas de tiempo de viaje. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció el martes que en recorrer en tren los 446 kilómetros que hay entre Oviedo y Madrid se tardarán dos horas y 56 minutos, algo que para Cascos supone un "agravio" en comparación con el AVE de otras comunidades autónomas y de acuerdo a lo que estipulan las directivas europeas. En su opinión, la alta velocidad debería poner Oviedo a sólo dos horas y doce minutos de Madrid. Es evidente que algo no cuadra. En las negociaciones presupuestarias alguien no habló claro. ¿Y ahora, qué? Ni celeridad en los viajes ni en las obras. ¿Pasará algo?, ¿cambiará algo?

Lo cierto es que el actual ministro de Fomento (que con respecto a este asunto no ha hecho nada diferente a lo realizado por sus predecesores, sea por culpa de Cascos o por otras razones) dice ahora que habrá que esperar a 2020 para ver en funcionamiento la Variante. ¿Pero alguien puede creer todavía algo de las promesas de los políticos con respecto a esta trascendental obra para el futuro de Asturias? ¿Es que quieren enterrar los cerca de 4.000 millones que se llevan invertidos en los túneles? Es que todo lo que rodea este proyecto resulta inexplicable y falso desde que se puso la primera dovela.

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