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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Los agujeros de Trump

Ya nadie duda de que el mandato de Donald Trump al frente de la principal superpotencia del planeta pasa de grosero a pornográfico. Según cuenta la prensa norteamericana, una conocida exactriz porno recibió 130.000 dólares por silenciar supuestos encuentros sexuales con el entonces candidato a la Casa Blanca. La "madame" en cuestión se llama Stormy Daniels y, como su propio nombre indica, a sus encantos recauchutados se debe la última tormenta desatada sobre Trump, que va a dejar los exámenes orales de Bill Clinton en el Despacho Oval en una secuencia "softcore" de Esteso y Pajares en "Agítese antes de usarla".

Desde los tiempos de Kennedy, a los presidentes de Estados Unidos les ha podido con frecuencia la bragueta. A unos les susurraba "cumpleaños feliz" al oído una rubia platino que usaba de pijama unas gotas de Chanel número 5 y otros prefieren salir de caza a las praderías de Camp Davis y ver si puede echarse a la canana una conejita de "Play Boy".

Para echar más leña al fuego -no sólo carnal- de la incontinencia del marido de Melania, se ha publicado también que en una reciente reunión con reputados legisladores para discutir sobre asuntos de inmigración, el líder electo del país de la bandera de barras y estrellas tuvo la más que ruin ocurrencia de llamar "agujeros de mierda" a varios países africanos. A la vista de los agujeros que desatan más apetencias en Trump -no me sean mal pensados, que el comentario viene a cuento de que a la tal Stormy la conoció en un torneo benéfico de golf donde, que se sepa, el presidente yanqui no llegó a embocar ni un hoyo en uno-, no descarten que el mandato de este personaje se convierta en un agujero negro de la historia contemporánea, en una terrible aberración cósmica que nos engulla a todos.

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