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Vicente Montes

Apuntes De Mecánica Política

Vicente Montes

El hilo de Dolores Carcedo

Discreta y minuciosa en el detalle, conoce los entresijos administrativos y le aplauden el discurso: sorprende que todas las familias de la FSA la elogien; ¿será una vía para que la FSA entierre rencillas? Ella guarda silencio

Cuando Vicente Álvarez Areces gobernaba en el Principado (entre los años 1999 y 2011), Dolores Carcedo (Pola de Laviana, 1968) ya era conocida por su férreo control de las cuentas. Algún miembro de los ejecutivos de aquella etapa la recuerda incluso como "la única que llamaba para pedir explicaciones o advertir alguna cuestión". "Ordenada, muy capaz, trabajadora", coinciden en decir de ella quienes la conocen y sus colaboradores. Entraba a las nueve de la mañana y se iba a las ocho de la tarde con una leve parada para comerse un sandwich y, algún día por semana, escaparse a un gimnasio próximo. Todo ello sin hacer ruido.

La hoy consejera de Hacienda se ha ido labrando una fama de rigurosa, firme en la negociación y leal, y lo ha hecho desde un segundo plano que ella misma ha elegido: le ha costado saltar al primero pese a que requerimientos y peticiones ha tenido. Incluso hoy recibe con cierto pudor sus apariciones en prensa. Pero lo que la singulariza aún más es que es de los pocos miembros del actual gobierno que recibe elogios iguales por todas las familias del PSOE asturiano, sumidas ahora en una escalada de tensión por unas primarias para elegir candidato autonómico que aún son lejanas. Pero los socialistas han pisado el acelerador y resulta ya difícil sosegar un motor hiperrevolucionado. En medio de un paisaje en el que los afines a Barbón y el sector crítico se preparan para un choque de trenes, comienza a tomar relevancia la figura de la consejera. Hasta ahora ha descartado escuchar los cantos de sirena para buscarse un entorno que la impulse como aspirante. Pero dirigentes de ambas familias admiten en privado que podría ser la vía para empezar a coser algo de consenso y unidad.

El nombre de Dolores Carcedo como candidata del PSOE es recurrente. Incluso el hecho de que sea diputada (Guillermo Martínez no lo es) llegó a decantarla como alternativa de sucesión en hipotéticos escenarios de política-ficción. El principal freno a cualquier intento de impulsarla siempre ha sido uno: ella misma. Ha tratado de apartar el cáliz de convertirse en alternativa cuantas veces ha estado sobre la mesa: "Sería una buena candidata, pero ¿ella quiere?", se preguntan dirigentes del PSOE. Por ahora la consejera calla.

Sólo puede quedar uno

La carrera de las primarias va a lo loco sin siquiera haber pistoletazo de salida. En el sector crítico, partidarios de los consejeros Fernando Lastra y Guillermo Martínez tratan de ganar apoyos para allanar a ambos el terreno si optan a las primarias (de manera explícita ninguno de los dos se ha pronunciado). Martínez contaría con el respaldo de aquello que vino a llamarse la "tercera vía", aglutinada en el entorno del sector ugetista del metal, como contrapeso a la afinidad del sindicato minero SOMA con la nueva dirección política del partido (he ahí otro indicio de que la división entre las otrora federaciones separadas es profunda). Los que prefieren a Lastra van obteniendo respaldos en los concejos, en distintas agrupaciones, concitando buena parte del "javierismo" clásico, pero también de militantes que terminaron optando por Barbón en la pugna por la secretaría general.

Ambos grupos saben que, al igual que en la película "Los Inmortales", que protagonizaba Cristopher Lambert, "sólo puede quedar uno". Del llamado "sector crítico" únicamente puede salir una alternativa a la de los barbonistas. ¿Quién? La ecuación para resolverlo tiene dos variables: el que más apoyos concite, pero también el que menos rechazo genere entre la militancia contraria.

¿Qué ocurre en el sector mayoritario? La dirección de la FSA es consciente de que tiene en la mano un as: el del tiempo. Y otro más: el de aplicar el botón nuclear de que el propio Barbón sea el candidato, aun contradiciendo su compromiso de que se dedicaría solo al partido.

Adrián Barbón decidirá en qué momento abre de manera oficial el melón de las primarias y establece el calendario para que, esta vez a las claras, los aspirantes a candidato den un paso al frente. "Con la actual situación, cuanto más tarde, mejor", aseguran fuentes próximas a la dirección regional. Quizás, para febrero. El sector mayoritario está agitado: la militancia más combativa quiere primarias, a las que ve como el último cara a cara para asentar el nuevo ciclo que concita Barbón. "Incluso unas primarias facilitarían la renovación de listas", señalan fuentes de los sanchistas: pocas opciones tendrían de entrar en las candidaturas los que hubiesen confrontado con la mayoría.

Entre los de Barbón se mantienen los nombres que ya estaban en el runrún desde el principio: el alcalde de San Martín del Rey Aurelio, Enrique Fernández, y el de Corvera, Iván Fernández. Ninguno de los dos ha propiciado lectura alguna que permita señalar que han iniciado la búsqueda de apoyos. Donde sí hay ruido es entre los militantes que piden a Barbón que sea el candidato; pero también hay quienes le trasladan que debe cumplir la palabra dada. Pero esta cuestión no se despejará hasta más adelante y, casi seguro, de producirse vendrá acompañada de una "petición espontánea" de las bases.

Atentos al bombo de nombres: Adrián Barbón, Enrique Fernández, Fernando Lastra, Iván Fernández, Guillermo Martínez... ¿no echan algo en falta? ¿Por qué no suena ninguna mujer en los corrillos socialistas? Dolores Carcedo no dio opción a que su nombre saltara al bombo por parte del "sector crítico", pero su trayectoria (en la negociación presupuestaria mantuvo el hilo de comunicación tanto con el Ejecutivo como con la dirección de la FSA) bien podría convertirla en una opción de la nueva mayoría. "Ella gusta, es la verdad", admiten fuentes próximas a Barbón.

En todo caso, dirigentes socialistas de ambas familias asumen que la confrontación no beneficia al PSOE y que en algún momento tocará "coser" el partido. Aventurar a Dolores Carcedo como candidata es muy prematuro, pero seguro que estará en alguno de esos pespuntes.

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