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Diplomático

Una estatua para el matemático Pedrayes

Agustín de Pedrayes nació en la villa de Lastres en agosto de 1744. Junto con Olavide, Campomanes, Jovellanos, Argüelles y Cabarrús conforma el grupo de destacados ilustrados españoles de la segunda mitad del siglo XVIII y primeros años del XIX. La Ilustración española, contrariamente a lo que algunos creían hasta hace poco, fue un movimiento poderoso integrado por numerosas figuras relevantes y de prestigio que transformaron el panorama general de la ciencia y la investigación en nuestro país. Recientemente el profesor José Manuel Álvarez Pérez ha publicado un libro titulado "Agustín de Pedrayes y los números de la Ilustración" que supone un valioso esfuerzo por recuperar la figura del gran matemático asturiano.

Veamos algunos datos destacados de la biografía de Pedrayes. Sus padres eran naturales de Lué, aldea equidistante de Colunga y Lastres, las dos poblaciones en las que hizo sus primeros estudios. A instancias de su tío Bernardo Foyo, benedictino y profesor en Santiago de Compostela, se traslada a esta ciudad muy joven para estudiar Filosofía, Teología, Jurisprudencia y Matemáticas. En 1769 será nombrado Maestro de Matemáticas de la Real Casa de Caballeros y Pajes de su Majestad, institución radicada en Madrid en la que se formaban los hijos de la alta nobleza. Durante 22 años -de 1769 a 1790- será profesor de Matemáticas en esa Real Casa, que en 1786 se fusionaría con el Seminario de Nobles. Pedrayes ya había alcanzado notoriedad cuando a la edad de 33 años publicó su "Nuevo y universal método de cuadraturas determinadas", en el que proponía un método novedoso para resolver cuadraturas.

En 1790, con serios problemas de salud, se le concede permiso para regresar a Lastres, donde permanecerá algunos años al lado de su madre. En ese período de su vida mantendrá frecuente contacto con Jovellanos, colaborando con él en la puesta en marcha en 1794 del Instituto de Náutica y Mineralogía, institución clave en el inicio del proceso de industrialización en Asturias. En 1796, con la salud restablecida, regresará a Madrid.

Por esos años Pedrayes trabaja en el problema de la resolución de ecuaciones de cálculo infinitesimal. En este sentido, planteó un célebre problema que debatieron durante años los más importantes matemáticos de la época, con especial protagonismo de las Academias de Berlín, París y San Petersburgo, y que solo él conseguirá resolver en 1805 publicando su Opúsculo 2.

Otro hito importante en su biografía tuvo lugar a finales de 1798 cuando Pedrayes y el Capitán de la Real Armada Gabriel de Ciscar son nombrados representantes de España en el Congreso Internacional de París, convocado por el Instituto de Francia para fijar los fundamentos del nuevo sistema de pesos y medidas. En París vivirá algo más de dos años y trabajará con los mejores matemáticos europeos en la creación del Sistema Métrico Decimal.

Al producirse la invasión francesa en 1808 que daría inicio a la Guerra de la Independencia, José Bonaparte le incluye entre los profesores elegidos para la Real Academia de Ciencias y Artes que pretende crear. Pero Pedrayes se niega a colaborar con el invasor y huye a Cádiz. Aunque no llega a ser diputado electo sí participa en los trabajos relacionados con el desarrollo constitucional y junto a sus paisanos Jovellanos y Argüelles influye en la adopción de importantes medidas, como la abolición de la Inquisición. Tras la derrota de las tropas francesas Pedrayes deja Cádiz y regresa a Madrid donde fallecerá, en febrero de 1815, en el más absoluto abandono.

Su figura no ha tenido el reconocimiento que su esfuerzo y su gigantesca tarea merecían. La recuperación histórica de este singular intelectual se debe al ingeniero Julio Martínez Hombre (Infiesto 1893-Oviedo 1945) cuyos esfuerzos, junto con los de su amigo y concejal del Ayuntamiento de Oviedo Rogelio Masip Fueyo, culminaron en 1925, cuando se dio a una calle de la ciudad el nombre de Matemático Pedrayes, siendo Alcalde de la misma José María Fernández-Ladreda. Más tarde, en 1950, Javier Rubio Vidal haría su ingreso en el Instituto de Estudios Asturianos IDEA (hoy RIDEA) con el discurso "Agustín de Pedrayes, un matemático asturiano casi olvidado."

Pero Pedrayes se merece mucho más. En su villa natal solo cuenta con una modesta placa en la casa donde vivió. No es de extrañar así que un grupo de vecinos de Lastres, a la cabeza del cual se encuentra Eutimio Busta, figura histórica de la restauración asturiana, esté promoviendo una cuestación ciudadana para recaudar fondos con objeto de erigir una estatua al ilustre hijo de esa villa.

La Asociación de Amigos del Concejo de Colunga (AACC) de reciente creación, que tiene entre sus objetivos el fomento del conocimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico del concejo, apoya sin fisuras esta iniciativa y prepara diversas acciones para impulsarla. Dada la magnitud de la empresa necesitaremos sin duda, si queremos llevarla a buen puerto, de la colaboración de las autoridades del Principado. Estamos convencidos de que el esfuerzo mancomunado de la iniciativa ciudadana y los poderes públicos, con el invaluable apoyo de medios como LA NUEVA ESPAÑA, permitirá en el futuro culminar con éxito el proyecto ("may be not today, may be not tomorrow?", como decía Humphrey Bogart en "Casablanca"), de manera que el matemático Pedrayes obtenga el reconocimiento que merece y que, dos siglos después de su muerte, sólo en esporádicos y aislados momentos ha recibido. Su estatua será una manera simbólica de pagar la deuda histórica que España, Asturias y el concejo de Colunga tienen con este ilustre llastrín universal.

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