El pasado mes de enero los Reyes visitaron las instalaciones de la Central Lechera Asturiana, en conmemoración de su quinquagésimo aniversario. Clas es una de las grandes empresas asturianas: ha conseguido mantener unos precios de la leche relativamente altos para sus socios, destaca en la introducción de productos nuevos de gran calidad, ocupa gran parte del mercado asturiano, tiene una importante presencia internacional y, muy notable, ha sabido vencer múltiples resistencias internas para ello.
Clas es una empresa nacida en 1967, acogida a una de las peculiares formas jurídicas del franquismo, la de "grupo sindical de colonización". Su impulsor, Jesús Sáenz de Miera, expolicía y falangista, es uno de los grandes hombres de Asturies por su obra.
Resulta notable cuánto debemos los asturianos a aquella época. Hunosa, Ensidesa primero y la Ensidesa ampliada más tarde con Uninsa -nuestra Arcelor de hoy- son formas de capitalismo de Estado, como lo fue Enfersa. En otro ámbito, nuestro Hospital General, pionero en el MIR y captador de primeras figuras de la medicina, la búsqueda de salidas por el Huerna, la autopista "Y", la silenciosa pero imprescindible Cadasa, el aeropuerto se deben a la iniciativa y el empuje de José López Muñiz, presidente entonces de la Diputación Provincial. ¿Qué decir de la Universidad Laboral, que tantos formó y promocionó, debida el empuje del de la "revolución pendiente"? Y a ello deberíamos añadir el trabajo y el sentido del Estado, esto es, de la sociedad, de tantos particulares y funcionarios de aquel tiempo.
No se trata, ni mucho menos, de lenizar lo que fue la dictadura franquista, sino de conocer nuestra historia. Y es que la vida y la sociedad se construyen levantando piedra sobre piedra, y otra piedra. En continuo progreso.
Por cierto, ¿será una casualidad que todos ellos hayan nacido fuera de Asturies?
