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Ángel Cabranes

Análisis

Ángel Cabranes

El pleno del Pipo permite creer

Seis de seis. El Sporting de Baraja sigue a lo suyo en El Molinón y continuó, ante Osasuna, con el pleno de victorias en casa. Lo hizo con suficiencia, perdonando ocasiones para haberse llevado una mayor ventaja en el marcador y dejar a su favor el goalaverage con los navarros. Fue, éste último, el único pero a un equipo que se muestra tan seguro ante su público como dubitativo cuando toca ejercer de visitante. El triunfo de los gijoneses les permite seguir cerca de los puestos de promoción, a la espera de que se atreva de una vez a ganar fuera para volver a donde le corresponde estar.

La confianza del gol. El Sporting se encontró pronto con la mejor solución para hacer olvidar las dudas, propias y ajenas, que dejó el empate ante el Lorca. El gol de Rubén García a los cinco minutos de partido dio seguridad al equipo para entrar en el partido en el que recibía al mejor visitante de la categoría. Un tanto, además, con la marca Sporting. Sergio abrió el balón a la banda izquierda, en la que suele viajar el peligro del ataque rojiblanco, y Jony aceleró para ganar línea de fondo y ponérsela a Rubén García. El valenciano enganchó una volea inapelable.

El que perdona termina ganando. El Sporting no tuvo que lamentar ante Osasuna ese dicho tan manido en el fútbol, al contrario. El conjunto rojiblanco perdonó y ganó. Después del tempranero gol de Rubén García, Carmona y Jony tuvieron en la primera parte dos ocasiones claras para hacer el segundo y, tras el descanso, el equipo dispuso de otras tantas, en botas de Santos y Jony, de nuevo, para encarrilar un encuentro que terminó decidiendo el atacante uruguayo. El único pero, fue el de haber desaprovechado la oportunidad de ganarle el goalaverage a Osasuna, que se habían impuesto en El Sadar por idéntico resultado: 2-0.

Santos, gol, amarilla y descanso. Michael Santos vio ante Osasuna la quinta amarilla, por lo que será baja por sanción para la próxima salida de los rojiblancos, que rendirán visita al Sevilla Atlético. El uruguayo se ha ganado un merecido y esperado descanso. Hizo su tanto número trece, aumentando diferencias como máximo realizador de la plantilla, dejó visto para sentencia el duelo ante Osasuna y por fin tendrá unos días para recuperarse de los problemas musculares que le han mermado en las últimas semanas.

Árbitro tarjetero, picardía rojiblanca. A Arcediano Monescillo le precede fama de árbitro con facilidad para tirar de tarjetas. Un detalle que no pasó desapercibido a Sporting y Osasuna. Especialmente a los rojiblancos, que tuvieron mucha más picardía, al reclamar cartulina en cada falta rival desde el minuto uno de partido. Las consecuencias las pagó la zaga del conjunto navarro. Oier vio amarilla a los seis minutos y Lillo, a los veintiocho.

Los mismos que ante el Numancia. El dilema en el ataque se resolvió con la pareja formada por Rubén García y Santos. El valenciano, novedad en el once junto a la vuelta de Carmona, actuó por detrás del goleador rojiblanco. El recurso de Baraja (4-2-3-1), ya utilizado en anteriores partidos en El Molinón, aparcó el trivote visto en Lorca y devolvió a Hernán Santana y a Nano Mesa al banquillo. La convocatoria dejó como detalle la ausencia en el banquillo, por tercera semana, de Carlos Castro, que ha desaparecido tras la visita al Tartiere. Borja Viguera ejerce, por el momento, como el tercer delantero del Pipo.

Pitos a Lillo para combatir el frío. Lillo regresó a El Molinón seis meses después de desvincularse del Sporting. Una marcha justificada por el jugador, ya desde Pamplona, en que ni su familia ni él se llegaron a sentir a gusto en Gijón. La afición no olvidó sus palabras, y le silbó desde el primer al último balón que tocó. Acabó siendo un recurso para mantenerse activos en medio de la fría noche gijonesa, y también una ayuda para intimidar al rival y hacer crecer a los de Rubén Baraja. Lillo lo notó, en los oídos y en el juego. Vio una amarilla antes de alcanzar la media hora y el tarjertero Arcediano Monescillo terminó perdonándole la expulsión.

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