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Sol y sombra

La política improductiva

Los independentistas proclaman la paz y violentan al Estado

Los independentistas catalanes sigan abusando del tiempo de descuento. Puigdemont ha renunciado de "manera temporal" a la presidencia de la Generalitat para que Jordi Sánchez sea investido. Si no me equivoco estamos en la misma casilla ocupada por otro dirigente con cargas judiciales encima. Con una tensión más o menos calculada, el juego consiste en putear a las instituciones del Estado. No he conocido a nadie que violentase tanto hablando en nombre de la paz como estos dirigentes decididos a hundir Cataluña antes de sacrificarse ellos. "Sánchez es un patriota pacífico encarcelado injustamente en una prisión española", ha dicho el prófugo de Waterloo. Pero a la cárcel no se va únicamente por levantarse en armas, de manera que se trata simplemente de retórica victimista.

Sin embargo la estrategia indepe, que sólo encuentra un dique en la justicia, tiene más oportunidades de prosperar con los partidos nacionales enzarzados exclusivamente en la refriega de los votos: unos embrujados por los sondeos, otros ocupándose de lampar entre los pensionistas y los socialistas pidiendo el adelanto de las elecciones para no tener que rendir cuentas a un presupuesto nonato. Podemos, mientras tanto, prepara su nueva guerra en las calles reclamando una policía pasiva que allane el camino a su pacífica borroka.

Son todos ellos, nacionalistas, populistas y constitucionalistas, inútiles en nombre de una paz que sólo nos está causando daño. Hay un parón de la actividad política productiva, no sólo la catalana que ha decidido exiliarse en un limbo, que nos está llevando al abismo del desprestigio mientras el sistema se derrumba. Otro disparo en el pie.

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