Sofía: "Saco provecho a los males pequeños que aclaran las ideas. Me refiero a contratiempos incómodos pero no graves como un catarro, una gripe poco agresiva o una gastroenteritis pasajera. Lo aprendí de mi madre, que siempre era capaz de extraer algo positivo incluso en las situaciones más adversas. Yo no llego a tanto, pero en cuestiones menores me defiendo bien. El pasado mes sufrí unos trastornos estomacales que me debilitaron lo suficiente para sustituir la habitual velocidad con la que hago las cosas por algo parecido a la lentitud. Lentitud en mi caso es reducir a la mitad el nerviosismo que, entre otras cosas, me permite comer de todo en las cantidades que quiera sin engordar. Ese bajón de ritmo equivale a que el mundo empieza a moverse a cámara lenta a mi alrededor. Como en una película, sí. Y entonces aprecio mejor lo que merecer ser apreciado bien, y me fijo más en mis fallos y soy más consciente de los errores ajenos y tengo tiempo para decidir, cuando me afectan, si se cometen a propósito o de forma inocente. Es importante esa distinción. Equivocarte por un despiste, por ignorancia o por falta de previsión no es lo mismo que hacerlo sabiendo que vas a perjudicar a alguien con lo que vas a hacer o dejar de hacer. Y conviene tomar nota. Por eso la gastroenteritis me permitió evacuar a un par de personas tóxicas. Las vi a cámara lenta y pude ver su verdadera cara entre fotograma y fotograma. Desde ayer tengo un molestísimo catarro que me ha convertido mis narices en una mina de mocos y mi garganta en una hoja de lija. Y me llena la cabeza de algodón. Quizás empiece a tener fiebre. Antes de ir al médico si no mejoro aprovecharé para exprimir información a mis pensamientos embotados. Cómo explicarlo? Es como si viviera en duermevela y entre la parte consciente y la subconsciente se tejiera una alianza fugaz para mostrarme lo mejor y lo peor de las situaciones. Y de mí misma. Como si saliera de mi cuerpo y me observara con distancia. Tomando nota. Y se me acumulan las decisiones pendientes. Café, manta, sofá, una peli de vaqueros mala. Y a pensar, Sofi, a pensar".
