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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

El Evangelio en la arena

En la mañana de ayer, a bajamar, seguramente cuando el Muro se ilumina y comienzan a rezumar los pasos de los primeros caminantes, alguien escribió sobre la arena de San Lorenzo, entre las escaleras 8 y 9, con excelente caligrafía, el siguiente mensaje: "Juan 11, 25:26". El relato bíblico de ese capítulo del discípulo amado narra la resurrección de Lázaro y la conversación de Jesús con su hermana Marta: "Le dijo Jesús: 'Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá. El que vive, el que cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?'".

Tal vez se trate del delirio de un iluminado -no es la primera vez que aparecen en la playa menciones bíblicas, tal vez de la factura de la misma persona-, aunque en este caso habría escogido mejor un pasaje del Apocalipsis, del mismo evangelista. Puede que se trate más ciertamente del modo de adoctrinar, escasamente tecnológico pero tal vez efectivo, de una persona de fe de las que aún quedan. Cabe la posibilidad que haya conseguido excitar la curiosidad de alguno de los cientos de usuarios del paseo marítimo, que al regresar a casa han consultado los Evangelios para tratar de descifrar el mensaje anónimo.

Hay dos mujeres desaparecidas cerca del mar, en Gijón y en Castrillón, Concepción y Lorena, a las que se sigue buscando sin descanso y que ocupan las oraciones de muchas gentes de bien, en las iglesias y en las casas. Tal vez el mensaje de ese biblista desconocido vaya dirigido a ellas y a sus familias, que aguardan, a pesar del paso inexorable de las tristes horas, un rayo de esperanza al que aferrarse, como Marta y María pusieron su corazón en las manos de quien prometía la vida eterna.

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