El conflicto entre el SOMA y UGT trasciende el ámbito sindical y tratar de limitarlo a una mera disputa interna en una organización resulta simplista. Por lo pronto, esta batalla se produce en el año más trascendente para el sector minero asturiano. La Unión Europea exige, de manera inflexible, que este año termine con el cierre de todas las instalaciones mineras deficitarias, lo que implica el conjunto de los pozos de Hunosa. Hay vías para aplazar los deseos comunitarios, pero abordarlas exige como mínimo una claridad en el mapa sindical y una unidad de acción que, ahora, está en entredicho. ¿Estarán los representantes sindicales más ocupados en resolver sus cuitas internas que en defender los derechos de los trabajadores en las horas más graves? El tiempo apremia y el reloj se echa encima.
Esta situación, que anticipa una disputa jurídica, ocurre en un año clave. No sólo por la incertidumbre que existe sobre el sector minero asturiano, sino también por los severos efectos económicos que puede tener la futura política energética nacional para el Principado. Sabido es que un cierre de las centrales térmicas tendría unas consecuencias nefastas para el mapa industrial del Principado, y precisamente los sindicatos están llamados a desempeñar un importante papel en esta batalla.
Pero la sacudida sísmica que supone el divorcio entre UGT y el SOMA tendrá inevitables efectos en el PSOE asturiano. Por lo pronto, los mandos del sindicato minero tienen puestos de responsabilidad en el partido, tanto en la ejecutiva regional como en la federal, y los tienen gracias al criterio de hermandad que siempre existió entre el partido socialista y el sindicato UGT: establecer ahora que esa deuda es con un sindicato ajeno al ugetista supone algo inédito en la historia del socialismo en España.
¿Dejará la UGT de ser el referente de la acción obrera para el PSOE asturiano? ¿Qué papel tendrá el futuro SOMA, alejado del paraguas teórico del partido, como interlocutor ante la dirección federal del PSOE? ¿Quién será el sindicato de referencia del partido para hablar de minería y energía? Y más aún: ¿Influirá el SOMA ahora en las decisiones del PSOE asturiano ya que sus responsables forman parte del núcleo decisorio del partido?
