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Doctora en Administración de Empresas por la Universidad de Oviedo y editora

Sector editorial y cambio tecnológico

La innovación en las empresas y el protagonismo de los autores

Los cambios tecnológicos y las innovaciones están modificando los procesos editoriales y transformando la estructura organizativa del sector editorial. Afecta a factores clave de la empresa como la comunicación, la productividad o el entorno competitivo. Desafía los modelos de negocio existentes e impulsa a las empresas del sector a reexaminar sus carteras de productos y sus competencias básicas.

Estamos presenciando una evolución tecnológica con un impacto absoluto sobre la cadena de valor del sector editorial. Términos como impresión bajo demanda o ebook no son ciencia ficción y su utilización ya ha modificado los procesos de producción de las editoriales. Los lectores han modificado la forma de leer y de adquirir un libro. Las librerías están modificando la manera de llegar al lector: ya no sirve solo el escaparate, ahora se hace imprescindible tener presencia en la red. Los autores pueden publicar su obra sin necesidad de recurrir a una editorial. Los editores pueden convertirse en sus propios libreros a través de la web. Finalmente, los impresores también se pueden transformar en editores.

Las innovaciones producidas en los últimos años como consecuencia del desarrollo de las nuevas tecnologías en las artes gráficas han supuesto un cambio radical en sus procesos productivos que ha exigido a las imprentas una renovación constante para dar respuesta a las nuevas exigencias como tiradas más cortas, impresión bajo demanda o la personalización de los ejemplares, entre otras.

Las innovaciones en producto -como la aparición del libro electrónico- están aportando nuevas formas de presentar -y enriquecer- contenidos por parte de las editoriales.

Todos estos cambios están diversificando la oferta con la aparición en escena de nuevas empresas editoriales de carácter únicamente digital y favoreciendo la aparición de nuevos modelos de negocio y proyectos digitales como el contenido fragmentado, el streaming -siguiendo los modelos de servicios de pago por suscripción-, el crowdfunding, la venta directa y la autopublicación, que rompen la cadena habitual, eliminando intermediarios.

Las competencias laborales no son ajenas a estos cambios: aparecen nuevas categorías y desaparecen otras, vinculadas a las nuevas tecnologías e Internet y se hace necesaria la formación en los distintos eslabones del sector editorial al detectar, entre otras, carencias relacionadas con competencias analíticas o tecnológicas y con habilidades directivas, entre otras.

Las empresas del sector editorial tienen que ser capaces de vincular la base tecnológica con la creatividad y el conocimiento. Otras deberán replantearse su modelo de negocio ante las transformaciones y cambios operados en procesos y productos. Por ejemplo, las imprentas deben apostar definitivamente por la impresión digital, los nuevos materiales, la venta online y la colaboración con las librerías o editoriales para desarrollar la impresión 1:1. Por otra parte, las editoriales deberían repensar su modelo de negocio buscando el modo de vincular ambas realidades: el libro en papel y el libro digital. Han de ser conscientes de que lo verdaderamente relevante, lo que aporta valor añadido es el contenido, no el soporte en el que se plasma aquel.

También es preciso que algunos de los agentes de la cadena de valor del sector editorial reaccionen ante la pérdida de sentido de sus funciones. El último eslabón de la cadena, las librerías, deberán aunar la venta física con la digital, buscando sinergias y complementariedades entre ambos mundos: el virtual y el físico.

Aunque la innovación necesita de valentía y actitud para dar un paso más y mantener la rentabilidad y el liderazgo en el mercado, la carencia de capacidad financiera del sector, principalmente en editoriales y librerías, limita críticamente que se pueda liderar la innovación y el cambio tecnológico en el sector.

Ante esta situación, de cambios tecnológicos e innovaciones que están afectando tanto a los procesos editoriales (producción, distribución, comercialización, promoción, gestión de derechos, etcétera) como a la estructura organizativa, las empresas del sector editorial deben apostar por adaptarse al nuevo entorno y generar nuevos modelos de negocio.

Aunque la tecnología ha permitido al sector mejorar sus procesos de producción y acceder a nuevos mercados, no debemos olvidarnos de que el gran protagonista en el sector es la creación. Los autores y creadores siguen siendo el gran valor añadido.

Todos esto cambios no han hecho más que empezar y las empresas del sector editorial no pueden vivir al margen de ellos. Pero ¿realmente está el sector editorial preparado para afrontarlos?

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