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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

La cuenta de la vieja

Cada vez que se presentan los presupuestos de una Administración pública hay que dar por sabidos dos supuestos: que para la oposición cualquier cantidad será siempre una bagatela, una menudencia irrisoria, mientras que a la luz de quien gobierna, la sucesión de números parecerá magnífica e irrepetible.

Heraldos del Gobierno recorrerán España en los próximos días como voceros de la buena nueva, convirtiendo las carreteras del país en la calzada de Emaús. Si aparecen por Soria, dirán que es la provincia más beneficiada; un día después, en Logroño, repetirán el mismo discurso: gran esfuerzo inversor del Estado en una provincia desfavorecida y bla, bla, bla...

Es lo que ha pasado en Asturias desde el día en que tomó posesión el nuevo delegado del Gobierno, el gijonés Mariano Marín, a quien cumplimentó su jefa máxima, la vicepresidenta primera del gabinete de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, quien, en su papel, destacó las inversiones previstas en territorio asturiano con cargo a las partidas presupuestarias.

La oposición salió en tropel a criticar las "devastadoras" cuentas estatales con palabras furibundas: una burla a Asturias, un fraude... Nada que ver, por cierto, con el calificativo de "excelente" con que los populares tildaron la aportación económica del Gobierno. Y puede que ni tanto ni tan calvo...

Aquí cada cual hace a su modo la cuenta de la vieja: las que le hacía, con los dedos de las manos, María Josefa de Borbón a su hermano Carlos IV para explicarle las cuentas, con el disgusto de su cuñada, María Luisa de Parma, esposa del rey, ella con ínfulas de estadista y él tonto de capirote. Mas de las relaciones entre mujeres de la Corte es mejor estos días no hablar ni escribir nada...

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