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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Pareja de reinas

Dos mujeres, una de mediana edad, la otra sexagenaria, discuten en un bar de una ciudad asturiana que no es Gijón y casi llegan a las manos a cuenta del reciente rifirrafe entre las dos reinas, la titular y la emérita, a la sazón nuera y suegra. La más joven defiende a Doña Sofía y pone de vuelta y media a Letizia, que también es doña aunque casi nadie, por plebeya, le reconozca el tratamiento. La mayor, al contrario, critica a la Reina madre y defiende que "abuela hay que serlo en casina, no delante de las cámaras". Añade que hace bien la madre en preservar como una leona a sus hijas de los flashes de la canallesca.

El caso es que la discusión sube de tono ante el estupor de dos camareras, que ven, oyen y callan. Una de ellas asegura estar "hasta el gorro" del manido asunto: "No hay otra conversación hoy al otro lado de la barra, qué aburrimiento", asevera a media voz, mientras pregunta si la cerveza la quiero rubia o tostada, como si siempre hubiera que elegir. Espinoso asunto el del vídeo de Palma, que ha dejado con el culo en pompa las tensas relaciones entre la madre del Rey y la esposa del hijo coronado, que la mayoría pensábamos cordiales.

¿Quién del común no tenía a Sofía como la maestra mejor para el desempeño profesional de la mujer de Felipe VI? Madre además de otra futura reina a la que habrá que educar en los hábitos de la realeza, si con estos desagradables encontronazos la monarquía del futuro no se tuerce

No es buena política cortesana que haya dos reyes y dos reinas, como tampoco parece situación ideal para los desvelos de la Curia que convivan dos Papas, cuando uno milita en la ortodoxia reaccionaria y el otro mantiene un discurso progresista. En las cartas puede ser buena jugada un póker de reyes, pero en la vida real no se llega muy lejos si se apuesta a una pareja de reinas.

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