La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

El campanu

Cuando uno llegó a Asturias hace ya muchos años, tantos que parecen cientos, le sorprendían algunas frases de raíz autóctona, tal como "diose una hostia como un campanu", que escuchó en una ocasión en que, en un viaje por el Suroccidente, varios paisanos comentaban el accidente en moto de potente cilindrada de un inconsciente bebido al que hubo que atender, con politraumatismo, en el Hospital de Cangas del Narcea.

Qué será el campanu, me preguntaba yo, desconocedor de la cultura ribereña. Y alguien, no recuerdo quién, me contó que se llamaba así al primer salmón devuelto por el río en el inicio de la temporada de pesca, ya entrada la primavera. Y que el nombre procedía de la añeja tradición de voltear las campanas de los pueblos pegados al río cuando el pescador avezado lograba capturar la ansiada pieza.

Años después, en el coto de Niserias, en el Cares, un guarda veterano me contó cómo se los ponían a Franco para que se fuera a la cama contento, y cómo Fraga, aficionado a la misma práctica, edificó la derecha asturiana en jornadas de pesca salmonera en ese enclave recogido de Peñamellera.

Hoy algún río asturiano entregará, como manda la tradición, el preciado campanu, que se pagará a precio de beluga y se degustará, como un manjar mítico, en un restaurante tal vez de Madrid, donde el hostelero gastizo lo ofrecerá con tal parafernalia que el cliente que lo deguste llegará al convencimiento de que se está llevando a la boca un pedazo del corazón de Asturias.

Esperemos que el campanu de este año 2018 madrugue y que no haya fraudes ni polémicas, que la mosca tiene que estar en la caña, no detrás de la oreja de los pescadores.

Compartir el artículo

stats