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Doctor en Geología por la Universidad de Oviedo

El baúl de los recuerdos de la cueva de Tito Bustillo

Estudios elaborados en su día por las universidades de Cantabria y de Oviedo que ni el Gobierno asturiano ni la oposición tienen en cuenta

En la página 21 de LA NUEVA ESPAÑA, edición de Oriente del día 20 de abril de 2018, y en la sección sobre la "Crónica de la Junta General del Principado" se recogen dos manifestaciones referentes a Tito Bustillo que me han llamado la atención.

Por un lado, y en cuanto a las crecidas del río San Miguel, Genaro Alonso, Consejero de Educación y Cultura, afirma que se va a poner en marcha un protocolo de actuación "con el control arqueológico de cualquier movimiento de tierra o modificación de rasantes". Como no entiendo bien, al no concretar la frase, y a la espera de la opinión de la Facultad de Geología y de los Colegios Profesionales de Geólogos, Ingenieros de Caminos e incluso de Minas sobre el posible intrusismo arqueológico propuesto por el señor Consejero como "control" de los "movimientos de tierra o modificación de rasantes", me limito a estas líneas, esperando una respuesta que no tendré.

Por otra parte, el diputado del PP Pedro de Rueda, en el mismo foro, lamentó que "en 22 años no se haya hecho nada". Es posible que el diputado no haya sido informado o no se haya informado bien antes de su intervención en la Junta, por lo que no me queda otro remedio que hacer una breve aclaración. También esperando una respuesta que no tendré.

Porque, a través de convenios firmados entre la Consejería de Cultura del Principado de Asturias y la Universidad de Cantabria, y en algunos casos con la Fundación Leonardo Torres Quevedo de la misma Universidad, entre los años 2000 y 2011, el Grupo de Investigación de Geología Aplicada de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Santander, dirigido por quien suscribe y por entonces catedrático de Ingeniería del Terreno, realizó toda una serie de investigaciones en el macizo de Ardines que se plasmaron en los correspondientes informes, emitidos y entregados.

Solamente voy a mencionar el principal, titulado "Estudio Geológico del entorno de las cuevas de Tito Bustillo y la Cuevona. Estudio previo de estabilidad en las cuevas de la Lloseta, Pedroses y Tenis, Ribadesella, Asturias", cuyo informe final se emitió y entregó a las tres entidades, Principado, Universidad de Cantabria y Fundación mencionada, en enero de 2004, y que, dividido en cuatro volúmenes, contiene 1.089 páginas de texto, multitud de fotografías y los mapas de riesgo geológico del exterior e interior de la cuevas, con especial atención a Tito Bustillo. En este estudio participó, en el correspondiente convenio, la Facultad de Geología de la Universidad de Oviedo, que elaboró el mapa geomorfológico del interior de Tito Bustillo.

El resto de informes parciales, hasta seis emitidos y entregados entre los años 2003 y 2011, llegaron a sumar más de 600 páginas.

Las preguntas son sencillas: ¿dónde están? En la Consejería, en la Universidad de Cantabria, en la Fundación y en la Universidad de Oviedo. Y ¿por qué no se tuvieron en cuenta por unos y los otros mandatarios y opositores en su momento? A lo mejor no eran buenos o, quizás, eran incómodos. Perdón por hacer investigaciones malas o incómodas.

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